martes, 31 de julio de 2007

A horas del debút


El sábado pasado, Colegiales enfrentó a la reserva de River en Munro; donde se jugaron dos partidos. En el primer partido, los suplentes ganaron dos por uno con goles de Ezequiel Villan (lateral por la izquierda que en la última temporada jugó en Los Andes) y Sebastián Tagliabue de tiro libre penal. Colegiales formó de la siguiente manera: Granero, Caputo, Tula, Fernández, Villan, Coceres, Abraham, Giusti, Cuatrín, Toscano y Tagliabue.
A segundo turno, jugaron los titulares donde la visita ganó por uno a cero. Armando Gonzáles alistó al siguiente equipo; Giovini, Valdez, Balanda, Baigorria, Pérez, Distefano (Caputo), Zeballos, Cruceiro, Domínguez, Meinecke (Toscano) y Chiquilito.
El partido fue de trámite parejo donde el empate no hubiese estado mal, él árbitro del partido casi lo suspende en el segundo tiempo por el juego fuerte de los dos equipos. Colegiales no contó con la presencia del “Topo” Ruiz, ya que el técnico lo cuido para el comienzo del torneo.
A último momento no se concreto el pase de Jonathan Torres a Morón, ya que los dirigentes del gallito no aceptaron las condiciones que puso el representante “Tony” Maderna, una era que el jugador este solo hasta fin de año en Morón y después sea transferido al exterior. Ahora el jugador debe regresar a entrenar a Colegiales, esperando que suceda con su futuro.

González: “Debemos enfrentar a todos y ganar en todas las canchas”


El Tricolor después del amistoso charló con el técnico Armando González, nos comentó como se encontraba el equipo para el inicio del torneo; “Bien, el equipo esta bien. Los amistosos sirvieron para buscar alguna variante y para ver en que condiciones estamos. La verdad es que vamos a comenzar el campeonato como pensábamos; bien físicamente y veremos si cuando juguemos por los puntos podemos seguir con la racha de triunfos”.
El técnico nos dijo porque no jugó Ruiz, el amistoso con la reserva de River;”A Ruiz no lo queremos arriesgar porque tiene una molestia muscular y el sábado ya comienza el torneo.
Gonzáles casi no tiene dudas sobre los titulares, esto nos contó; “No va ver muchas variantes, pero algún cambio del equipo de hoy puede haber. Hay que definir el tema del segundo central; después con Ruiz serán los titulares para el próximo sábado”.
También comento sobre la actualidad del “Pipi” Coceres; “Recién hoy hizo treinta y cinco minutos de fútbol, tiene que ponerse al ritmo de sus compañeros, para eso le falta entre quince o veinte días todavía”.
Para cerrar la nota, Armando González analizo el comienzo del torneo;”Todos los rivales son difíciles, Barracas es un equipo difícil y tiene la base armada pero si queremos estar en los primeros puestos debemos enfrentar a todos y ganar en todas las canchas”.

viernes, 27 de julio de 2007

Cole debuta el sábado contra Barracas Central en Munro


Con un partidazo contra Barracas Central, Colegiales hará el debut en el campeonato de la Primera C el próximo sábado 4 de agosto en el Bajo Munro. AMPLIAREMOS...

jueves, 26 de julio de 2007

Empate con Telmo y Torres iría a Morón

Colegiales ayer jugó un nuevo amistoso, el rival fue San Telmo en el predio de Aguas Argentinas, situado en Laferrere. Se jugaron dos partidos, los suplentes ganaron por uno a cero con gol de Flavio Domínguez de tiro libre y los titulares empataron cero a cero. El técnico Armando Gonzáles formo el siguiente equipo: Giovini, Valdez, Balanda, Baigorria, Caputo, Distefano, Zeballos, Couceiro, Ruiz, Chiquilito y Meinecke.
El plante sigue entrenando en el predio de Villa Martelli, esperando el comienzo del Torneo de Primera “C” que comienza el sábado 4 de agosto.
En cuestión de amistoso, el próximo sábado, Colegiales enfrentara a Argentino de Quilmes en Malaver y Posadas.
En cuestión de pases , como comentamos en notas anteriores, Jonathan Torres fue vendido el 80% de su pase al empresario “Toti” Marenda en $40.000, quedándole a Colegiales un 20% del pase de una futura venta ; en las ultimas horas estaría confirmado que “Toto” jugara en Deportivo Morón. El caso de Bruno Policella, Manuel Bordón y Omar Benítez fueron cedidos a préstamo por $2000 cada uno a Sacachispas y Carlos Bordón por la misma cifra a Liniers.

Mesa de la Primera “C”
Después de las desprolijidades, se conformó la mesa de la Primera “C”; se juntaron las dos listas y consensuaron una sola lista sin ir a votación. Quedo conformada de la siguiente manera: Presidente Claudio Tapia (Barracas Ctral), Vicepresidente Jorge Quiroga (Laferrere), Secretario Ricardo Cichero (Colegiales), Secretario de Actas Néstor Fernández, (Villa San Carlos), Tesorero Rodolfo Abeduto (Fénix); los representantes en el Comité Ejecutivo serán Claudio Tapia y Enrique Merelas.
Hoy jueves, quedará confirmado como se jugara el Torneo de Primera “C” y mañana viernes a las 19.30 horas se sorteara el campeonato.

miércoles, 25 de julio de 2007

En exclusiva habla la nueva figura de excursio

Con vistas al próximo campeonato de la Primera C, el conjunto del Bajo Belgrano quiere terminar con casi un siglo de fracasos y poder conseguir el primer título de su triste historia. Por eso rearmó su plantel jerarquizándolo al máximo (que les da). En exclusiva el tricolor consiguió las primeras declaraciones de su nueva estrella: TITINA.


martes, 24 de julio de 2007

Un nuevo sistema de riego


Siempre la dirigencia de Colegiales busca mejorar las instalaciones del club, y ahora le tocó al campo de juego; donde se desembolsaron $10.000 para instalar el sistema de riego. Este sistema cuenta con seis cañones, que están distribuidos de la siguiente manera; uno en cada arco y dos en cada lateral del campo de juego, también se instalaron dos aspersores emergentes, cerca del círculo central. Por ultimo, el sistema de riego, cuando esta en funcionamiento tira 22.000 litros de agua por hora.


Un “Granadero” más para el nuevo Colegiales


El sábado después del partido se confirmó la llegada del experimentado defensor Alejandro Baigorria. El técnico y los dirigentes dicen que con esto se cerró el tema de los refuerzos. Hasta el momento Colegiales incorporo dieciséis jugadores, pero me animaría a decir que todavía puede haber novedades

lunes, 23 de julio de 2007

Las noticias son buenas


En la mañana del sábado, Colegiales enfrento en otro amistoso a Comunicaciones en el predio de Villa Martelli, se jugaron dos partidos de una hora cada uno.
En el primer turno, jugaron los suplentes que ganaron por dos a cero con goles de Sebastián Tagliabue y de Jonathan Torres (la situación de Totó es que se vendió el 80% de los derechos federativos a un empresario que esta buscando un club para que juegue y a fin de año está la posibilidad que se vaya al exterior).
Colegiales formo con Granero, Tula, Baigorria, Caputo, Fournier, Abraham, Domínguez, Torres, Toscano, Cuatrín y Tagliabue.
El tramite del partido fue favorable al Tricolor, se pueden destacar varias figuras pero lo principal fue el funcionamiento del equipo.
Al segundo turno jugaron los titulares, donde el conjunto dirigido por Armando Gonzáles gano por dos a uno con goles del “Beto” Meinecke de penal y un tremendo gol del “Topo” Ruiz. El equipo formo con Giovini, Valdez, Balanda, Fernandez, Perez, Distefano, Zeballos, Couceiro, Ruiz, Chiquilito y Meinecke.
En estos partidos el resultado es lo de menos, pero cuando en la semana se le gana a dos clubes que están en una categoría superior, esto hace que uno se ilusione con el futuro de Colegiales.
El partido del sábado mostró una nueva faceta de este equipo, que es la de contar con un jugador que por ahí no apareció en toda la mañana y hace un gol de otro partido como el que hizo Sebastián Ruiz, para definir el encuentro.
Colegiales sigue preparándose para el comienzo del torneo de Primera “C”, da para ilusionarse pero como lo dice su técnico “esto recién comienza, hay que seguir trabajando”.
El Penal de Meinecke


sábado, 21 de julio de 2007

Hasta siempre, Negro!

El jueves 19 de julio falleció Roberto Fontanarrosa. Quizás, el intelectual que supo traducir los sentimientos más profundos y complejos a un lenguaje popular y sencillo que nos conmovía a todos. Encima nos hacía reír. Por eso, desde el El Tricolor queremos hacerle un humilde homenaje transcribiendo uno de los mejores cuentos que narra el sentimiento irracional que embarga a todos los que amamos a este hermoso deporte, y llevamos los colores de nuestro equipo muy dentro de nuestro corazón. "19 de diciembre de 1971", relata las peripecias que vivieron un grupo de hinchas de Central para garantizar que el Canalla le ganase la semifinal del Nacional, que se jugó en cancha de River Plate, a su rival de toda la vida. Aquella que se definió con la famosa palomita de Aldo Pedro Poy, dando un paso fundamental para que el equipo rosarino ganase su primer torneo de Primera División. Pero mejor que lo cuente el Negro...


"19 de diciembre de 1971"

Sí yo sé que ahora hay quienes dicen que fuimos unos hijos de puta por lo que hicimos con el viejo Casale, yo sé. Nunca falta gente así. Pero ahora es fácil decirlo, ahora es fácil. Pero habla que estar esos días en Rosario para entender el fato, mi viejo, que hablar al pedo ahora habla cualquiera.Yo no sé si vos te acordás lo que era Rosario en esos días anteriores al partido. ¡Y qué te digo “esos días”! ¡Desde semanas antes ya se venía hablando, del partido y la ciudad era una caldera, porque eso era lo que era la ciudad! Claro, los que ahora hablan son esos turros que después vos los veías por la calle gritando y saltando como unos desgraciados, festejando en pedo a los gritos y después ahora te salen con que son... ¿qué son?... moralistas... ¿De qué se la tiran, hijos de mil putas? Ahora son todos piolas, es muy fácil hablar. Pero si vos vieras lo que era la ciudad en esos días, hermano, prendías un fósforo y volaba todo a la mierda. No se hablaba de otra cosa en los boliches, en la calle, en cualquier parte. Saltaban chispas, te aseguro. Y la cosa arrancó con el fato de las cábalas. O mejor dicho, de los maleficios.—Hay que entender que no era un partido cualquiera, hermano, era una final final. Porque si bien era una semifinal, el que ganaba después venía a jugar a Rosario y le rompía el culo a cualquiera. Fuera Central como Ñul, acá le hacía la fiesta a cualquiera. ¡Y cómo estaban los lepra! ¡Eso, eso tendrían que acordarse ahora los que hablan al reverendo pedo y nos vienen a romper las pelotas con el asunto del viejo Casale! ¿No se acuerdan esos turros cómo estaban los lepra? ¿No se acuerdan ahora, mi viejo? Había que aguantarlos porque se corrían una fija, pero una fija se corrían, hermano, que hasta creo que se pensaban que nos iban a llenar la canasta. No que sólo nos iban a hacer la colita sino que además nos iban a meter cinco, en el Monumental y para la televisión. ¡Pero por qué no se van a la concha de su madre! ¡Qué mierda nos van a hacer cinco esos culosroto! ¡Así se la comieron doblada! ¡Qué pija que tienen desde ese día y no se la pueden sacar!Pero la verdad, la verdad, hermano, con una mano en el corazón, que tenían un equipazo, pero un equipazo, de padre y señor mio.

Hay que reconocerlo. Porque jugaban que daba gusto, el buen toque y te abrochaban bien abrochado. Estaba Zanabria, el Marito Zanabria; el Mono Obberti ¡Dios querido, el Mono Obberti, qué jugador! Silva el que era de Lanús, el albañil. ¡Montes! Montes de cinco; Santamaría el Cucurucho Santamaría, qué sé yo, era un equipazo, un equipazo hay que reconocer, y la lepra se corría una fija. ¿Sabés cuántos había en la ruta a Buenos Aires, el día del partido? Yo no sé, eran miles, millones, yo no sé de dónde habían salido tantos leprosos. Si son cuatro locos y de golpe, para ese partido, aparecieron como hormigas los desgraciados. Todos fueron. ¡Lo que era esa ruta, papito querido! Entonces, oíme, había que recurrir a cualquier cosa. Hay partidos que no podés perder, tenés que ganar o ganar. No hay tutía. Entonces si a mí me decían que tenía que matar a mi vieja, que había que hacer cagar al presidente Kennedy, me daba lo mismo, hermano. Hay partidos que no se pueden perder. ¿Y qué? ¿Te vas a dejar basurear por estos soretes para que te refrieguen después la bandera por la jeta toda la vida? No, mi viejo. Entonces, ahí, hay que recurrir a cualquier cosa. Es como cuando tenés un pariente enfermo ¿viste? tu vieja, por ejemplo, que por ahí sos capaz hasta de ir a la iglesia ¿viste? Y te digo, yo esa vez no fui a la iglesia, no fui a la iglesia porque te juro que no se me ocurrió, mirá vos, que si no... te aseguro que me confesaba y todo si servía para algo. Pero con los muchachos enganchamos con la cuestión de las brujerías, de la ruda macho, de enterrar un sapo detrás del arco de Fenoy, de tirar sal en la puerta de los jugadores de Ñubel y de todas esas cosas que siempre se habla. Por supuesto que todas las brujas del barrio ya estaban laburando en la cosa y había muñecos con camiseta de Ñubel clavados con alfileres, maldiciones pedidas por teléfono y hasta mi vieja que no manya mucho del asunto tenía un pañuelo atado desde hacía como diez días, de ésos de “Pilato, Pilato, si no gana Central en River no te desato”. Después la vieja decía que habíamos ganado por ella, pobre vieja, si hubiera sabido lo del viejo Casale, pero yo le decía que sí para no desilusionarla a la vieja.Pero todo el fato de la ruda macho y el sapo de atrás del arco eran, qué sé yo, cosas muy generales, ya había tipos que lo estaban haciendo y además, el partido era en el Monumental y no te vas a meter en la pista olímpica a enterrar un sapo porque vas en cana con treinta cadenas y no te saca ni Dios después, hermano.

Entonces, me acuerdo que empezamos con la cosa de las cábalas personales. Porque me acuerdo que estábamos en el boliche de Pedro y veníamos hablando de eso. Entonces, por ejemplo, resolvimos que a Buenos Aires íbamos a ir en el auto del Dani porque era el auto con el que habíamos ido una vez a La Plata en un partido contra Estudiantes y que habíamos ganado dos a cero. Yo iba a llevar, por supuesto, el gorrito que venía llevando a la cancha todos los últimos partidos y no me había fallado nunca el gorrito. A ése lo iba a llevar, era un gorrito milagroso ése.El Coqui iba a ir con el reloj cambiando de lugar, o sea en la muñeca derecha y no en la izquierda, porque en un partido contra no sé quién se lo había cambiado en el medio tiempo porque íbamos perdiendo y con eso empatamos.o sea, todo el mundo repasó todas las cábalas posibles como para ir bien de bien y no dejar ningún detalle suelto. te digo más, estuvimos parados en la tribuna en el partido contra Atlanta para pararnos de la misma manera en el partido contra la lepra el boludo de michi decía que él había estado detrás del Valija y el Miguelito porfiaba que el que había estado detrás del Valija era él. Mirá vos, hasta eso estudiamos antes del partido, para que veas cómo venía la mano en esos días. ¿Y sabés qué te lleva a eso, hermano, sabés qué te lleva a eso? El cagazo, hermano, el cagazo, el cagazo te lleva a hacer cualquier cosa, como lo que hicimos con el viejo Casale.Porque si llegábamos a perder, mamita querida, nos teníamos que ir de la ciudad, mi viejo, nos teníamos que refugiar en el extranjero, te juro, no podíamos volver nunca más acá. Íbamos a parecer esos refugiados camboyanos que se tomaron el piro en una balsa.

Te juro que si perdíamos nosotros agarrábamos el “Ciudad de Rosario” y por acá, por el Paraná, nos teníamos que ir todos, millones de canallas, no sé, a Diamante, a Perú, a Cuzco, a la concha de su madre, pero acá no se iba a poder vivir nunca más con la cargada de los leprosos putos, mí viejo. Ya el Miguelito había dicho bien claro que él se la daba, que si perdíamos agarraba un bufo y se volaba la sabiola y te digo que el Miguelito es capaz de eso y mucho más porque es loco el Miguelito, así que había que creerle. O hacerse puto, no sé quién había comentado la posibilidad de hacerse trolo y a otra cosa mariposa, darle a las plumas y salir vestido de loca por Pellegrini y no volver nunca más a la casa. Pero, te digo, nadie quería ni siquiera sentir hablar de esa Posibilidad. Ni se nombraba la palabra “derrota”.Era como cuando se habla del cáncer, hermano. Vos ves que por ahí te dicen “la papa”, o “tiene otra cosa”, “algo malo”, pero el cangrejo, mi viejo, no te lo nombra nadie. Y ahí fue cuando sale a relucir lo del viejo Casale. El viejo Casale era el viejo del Cabezón Casale, un pibe que siempre venía al boliche y que durante años vino a la cancha con nosotros pero que ya para ese entonces se había ido a vivir al norte, a Salta creo, lo vi hace poco por acá, que estaba de paso. Y ahí fue que nos acordamos de que un día, en la casa del Cabezón, el viejo había dicho que él nunca, pero nunca, lo había visto perder a Central contra Ñul. Me acuerdo que nos había impresionado porque ese tipo era un privilegiado del destino.

Aunque al principio vos te preguntas, “¿Cómo carajo hizo este tipo pata no verlo perder nunca a Central contra Ñul? ¿Qué mierda hizo? Este coso no va nunca a la cancha”. Porque, oíme alguna vez lo tuviste que ver perder, a menos que no vayás a. los clásicos. Y ojo que yo conozco muchos así, que se borran bien borrados de los clásicos. O que van en Arroyito, pero que a la cancha del Parque no van en la puta vida. Y me acuerdo que le preguntarlos eso al viejo y el viejo nos dijo que no, y nos explicó. El iba siempre, un fana de Central que ni te cuento, pero se había dado, qué sé yo, una serie de casualidades que hicieron que en un montón de partidos con Ñul él no pudiera ir por un montón de causas que ni me acuerdo. Que estaba de viaje por Misiones —el viejo era comisionista—; que ese día se había torcido un tobillo y no podía caminar, que estaba engripado, que le dolía un huevo, qué sé yo, en fin, la verdad, hermano— que el viejo la posta posta era que nunca le había tocado ver un partido en que la lepra nos hubiera roto el orto. Era un privilegiado el viejo y además, un talismán, querido, porque así como hay tipos mufa que te hacen perder partidos adonde vayan, hay otros que si vos los llevás es número puesto que tu equipo gana. No es joda. Y el viejo Casale era uno de éstos, de los ojetudos.Entonces ahí nos dijimos “Este viejo tiene que estar en el Monumental contra Ñubel. No puede ser de otra forma. Tiene que estar”... Claro, dijimos, seguro que va a estar, si es fana de Central, canalla a muerte.

Pero nos agarró como la duda viste? porque nosotros no era que lo veíamos todos los días al viejo, te digo más, desde que el Cabezón se había ido al norte a laburar, al viejo de él no lo habíamos vuelto a ver ni en la cancha, ni en la calle ni en ninguna parte. Además, el viejo ya estaba bastante veterano porque debía tener como ochenta pirulos por ese entonces. Bah, en realidad ochenta no, pero sus sesenta, sesenta y cinco años los tenía por debajo de las patas.Entonces, con el Valija, el Colorado y el Miguelito decimos “vamos a la casa del viejo a asegurarnos que va y si no va lo llevamos atado”. Porque también podía ser que el viejo no fuera porque no tuviera guita, qué sé yo. Nosotros ya habíamos pensado en hacer una rifa a beneficio, una kermesse, cualquier cosa. El viejo tenía que ir, era una bandera, un cheque al portador.La cuestión es que vamos a la casa y... ¿a qué no sabés con lo que nos sale el viejo? Que andaba mal del bobo y que el médico le había prohibido terminantemente ir a la cancha, mirá vos. Nos sale con eso. Que no. Que había tenido un infarto en no sé qué partido, en un partido de mierda después que una pelota pegó en un palo, que había estado muerto como media hora y lo habían salvado entre los indios con respiración artificial y masajes en el cuore, que no había clavado la guampa de puro pedo y que le había quedado tal cagazo que no había vuelto a ir a la cancha desde hacía ya, mirá lo que te digo, dos años.¡Hacía dos años que no iba a la cancha el viejo ese! Y no era sólo que él no quería ir sino que el médico y, por supuesto, la familia, le tenían terminantemente prohibido ir, lógicamente.

No sé si no le prohibían incluso escuchar los partidos por radio, no sé si no se lo prohibían, para que no le pateara el bobo, porque parece que el viejo escuchaba un pedo demasiado fuerte y se moría, tan jodido andaba. Vos le hacías ¡Uh! en la cara y el viejo partía. ¡Para qué! Te imaginás nosotros, la desesperación, porque eso era como un presagio, un anuncio del infierno, hermano, era un preanuncio de que nos iban a hacer cagar en Buenos Aires, mi viejo. Entonces empezamos a tratar de hacerle la croqueta al viejo, a convencerlo, a decirle “Pero mire, don Casale, usted tiene que estar, es una cita de honor. ¡Qué va a estar mal usted del cuore, si se lo ve cero kilómetro! Vamos, don Casale —me acuerdo que lo jodía Miguelito— ¿cuántos polvos se echa por día? usted está hecho un toro”. Pero el viejo, ni mierda, en la suya. Que no y que no.Le decíamos que el partido iba a ser una joda, que Ñubel tenía un equipo de mierda y que ya a los quince minutos íbamos a estar tres a cero arriba, que el partido era una mera formalidad, que el gobierno ya había decidido que tenía que ganar Central para hacer feliz a mayor cantidad de gente. No sé, no sé la cantidad de boludeces que le dijimos al viejo para convencerlo. Pero el viejo nada, una piedra el hijo de puta. Para colmo ya habían empezado a rondar la mujer del viejo, madre del Cabezón, y una hermana del Cabezón, que querían saber qué carajo queríamos decirle nosotros al vicio en esa reunión, porque medio que ya se sospechaban que nosotros no íbamos para nada bueno. En resumen que el viejo nos dijo que no, que ni loco, que ni siquiera sabía si iba a poder resistir la tensión de saber que se jugaba el partido, aun sin escucharlo.

Porque el viejo los diarios los leía, tan boludo no era, y sabía cómo venía la mano, cómo era la cosa, cómo formaban los equipos, suplentes, historial, antecedentes, chaquetillas, color, todo. Nos dijo más. “Ese día —nos dijo— bien temprano, antes de que empiecen a pasar los camiones y los ómnibus con la gente yendo para Buenos Aires, yo me voy a la quinta de un hermano mío que vive en Villa Diego”. No quería escuchar ni los bocinazos el viejo. “Me voy tempranito a lo de mi hermano, que a mi hermano le importa un sorete el fútbol, y me paso el día ahí, sin escuchar radio ni nada”. Porque el viejo decía y tenía razón, que si se quedaba en la casa, por más que se encerrara en un ropero, algo iba a oír, algún grito, algún gol, alguna cosa iba a oír, pobre desgraciado, y se iba a quedar ahí mismo seco en el lugar. Así que se iba a ir a radicar en la quinta de ese hermano que tenía, para borrarse del asunto.Muy bien, muy bien. Te digo que salimos de allí hechos bosta porque veíamos que la cosa venía muy mal. Casi era ya un dato seguro como para decir que éramos boleta. Para colmo, al Valija, el día anterior le había caído una tía del campo y él se acordaba que, en un partido que perdimos con San Lorenzo, esa misma tía le había venido el día antes. Era un presagio funesto el de la tía.Fue cuando decidimos lo del secuestro. Nos fuimos al boliche y esa noche lo charlamos muy seriamente. El Dani decía que no, que era una barbaridad, que el viejo se nos iba a morir en el viaje, o en la cancha, y después se iba a armar un quilombo que íbamos a terminar todos en cana y que, además, eso sería casi un asesinato. Pero al Dani mucha bola no le dimos porque ha sido siempre un exagerado y más que un exagerado, medio cagón el Dani. Pero nosotros estábamos bien decididos y más que nada por una cosa que dijo el Valija: el viejo estaba diez puntos.

Había tenido un infarto, es cierto. Pero hay miles de tipos que han tenido un infarto y vos los ves caminando tranquilamente por la yeca y sin hacer tanto quilombo como este viejo pelotudo, con eso de meterse adentro de un ropero, o no ir a la cancha, o dejar que te rigoree la familia como la esposa y la otra, la hermana del Cabezón. Por otra parte, y vos lo sabés, los médicos son unos turros pero unos turros que se ve que lo querían hacer durar al viejo mil años para sacarle guita, hacerle experimentos y chuparle la sangre. Y además, como decía el Miguelito y eso era cierto, vos lo veías al viejo y estaba fenómeno. Con casi sesenta afios no te digo que parecía un pendejo pero andaba lo más bien. Caminaba, hablaba, se sentaba, qué sé yo, se movía. ¡Chupaba! Porque a nosotros nos convidó con Cinzano y el viejo se mandó su medidita, no te digo un vasazo pero su medidita se mandó. La cosa es que el Miguelito elaboró una teoría que te digo, aún hoy, no me parece descabellada. ¡El viejo era un curro, hermano! Un turrazo que especulaba con el fato del bobo para pasarla bien y no laburarla nunca más en la vida de Dios. Con el sover del bobo no ponía el lomo, lo atendían a cuerpo de rey y —la tenía a la vieja y a la hermana del Cabezón pendientes de él —viviendo como un bacan, el viejo. Y... ¿de qué se privaba? De algún faso; que no sé si no fasearía escondido; y de no ir a—la cancha. Fijate vos, eso era todo. Y vivía como Carolina de Mónaco el otario. Bueno, con ese argumento y lo que dijo el Colorado se resolvió todo.

El Colorado nos habló de los grandes ideales, de nuestra misión frente a la sociedad, de nuestro deber frente a las generaciones posteriores, los pendejos. Nos dijo que si ese partido se perdía, miles y miles de pendejos iban a sufrir las consecuencias. Que, para nosotros y eso era verdad, iba a ser muy duro, pero que nosotros ya estábamos jugados, que habíamos tenido lo nuestro y que, de últimas, teníamos experiencias en malos ratos y fulerías. Pero los pibes, los pendejitos de Central, ésos, iban a tener de por vida una marca en sus vidas que los iba a marcar para siempre, como un fierro caliente. Que las cargadas que iban a recibir esos pibes, esas criaturas, en la escuela, los iban a destrozar, les iban a pudrir el bocho para siempre, iban a ser una o dos generaciones de tipos hechos bolsa, disminuidos ante los leprosos, temerosos de salir a la calle o mostrarse en público. Y eso es verdad, hermano, porque yo me acuerdo lo que eran las cargadas en la escuela primaria, sobre todo.Yo me acuerdo cuándo perdimos cinco a tres con la lepra en el Parque después de ir ganando dos a cero, cuando se vendió el Colorado Bertoldi, que todavía se estará gastando la guita, y te juro que yo por una semana no me pude levantar de la cama porque no me atrevía a ir a la escuela para no bancarme la cargada de los lepra. Los pibes son muy hijos de puta para la cargada, son muy crueles. ¿No viste cómo descuartizan bichos, que agarran una langosta y le sacan todas las patas? Son unos hijos de puta los pibes en ese sentido.

Y lo que decía el Colorado era verdad. Ahora todo el mundo habla de la deuda externa, y bueno, hermano, eso era algo así como lo de la deuda externa, que por la cagada de cuatro reverendos hijos de puta que empeñaron el país, la tenemos que pagar todos y los hijos y los hijos de nuestros hijos. Y si estaba en nosotros hacer algo para que eso no pasara, había que hacerlo, mi querido. Además, como decía el Colorado, ya no era el problema de la cargada de los pendejos futbolistas, está también el fato del exitismo. Los pibes ven que gana un equipo y se hacen hinchas de ese equipo, son así, casquivanos. Son hinchas del campeón. Entonces, ponele que hubiese ganado Ñubel y... ¡a la mierda! ... de ahí en más todos los pibes se hacían de Ñubel, ponele la firma. Y no te vale de nada llevarlos a la cancha, conversarlos, hablarles del Gitano Juárez o el Flaco Menotti, ni comprarles la camiseta de Central apenas nacen. No te vale de nada. Los pendejos ven que sale River campeón y son de River. Son así. Y en ese momento no era como ahora que, mal que mal, vos los llevás al Gigante y los pibes se caen de culo. Entonces, cuando van al chiquero del Parque, por mejor equipo que pueda tener Ñul, los pibes piensan “Yo no puedo ser hincha de esta villa miseria” y se hacen de Central. Porque todo entra por los ojos y vos ves que ahora los pibes por ahí ni siquiera han visto jugar a Central o a Ñul y ya se hacen hinchas de Central por el estadio.

Es otra época, los pendejos son más materialistas, yo no sé si es la televisión o qué, pero la cosa es que se van de boca con los edificios.Entonces la cosa estaba clara, había que secuestrar al viejo Casale, o sino aguantarse que quince, veinte años depués, hoy por ejemplo, la ciudad estuviese llena de leprosos nacidos después de ese partido, y esto hoy ¿sabés lo que sería? Beirut sería un poroto al lado de esto, hermano te juro.El que organizó la “Operación Eichmann”, como lo llamamos, fue el Colorado. La llamamos así por ese general aleman, el torturador, que se chorearon de acá una vez los judíos ¿viste? y lo nuestro era más o menos lo mismo. El Colorado es un tipo muy cerebral, que le carbura muy bien el bocho y él organizó todo. El Colorado ya no estaba par ese entonces en la O.C.A.L.. La O.C.A.L., no sé si sabés es una organización de acá, de Rosario, que se llama así porque son iniciales, O.C.A.L “Organización Canalla Anti Lepra”. Son un grupo de ñatos como el Ku-Klux-Klan, más o menos, que se reúnen en reuniones secretas y no sé si no van con capucha y todo a las reuniones, o si queman algún leproso vivo en cada reunión. Mirá yo no sé si es requisito indispensable ser hincha de Central, pero seguro seguro, lo que tenés que hacer es odiar a los lepra.

Tenés que odiar más a los lepra que lo que querés a Central.Hacen reuniones, escriben el libro de actas, piensar maldades contra los lepra, festejan fechas patrias de partidos que les hemos ganado, tienen himnos, son como esos tipos los masones esos, que nadie sabe quiénes son. Andan con antorchas. Bueno, de la O.C.A.L., de la O.C.A.L. al Colorado lo echaron por fanático, con eso te digo todo pero es un bocho el Colorado y él fue el que organizó todo el operativo.Y te la cuento porque es linda, te la cuento porque es linda, no sé si un día de estos no aparece en el “Selecciones” y todo. Averiguamos qué ómnibus iba para Villa Diego, adonde tenía la quinta el hermano del viejo Casale. Desde donde vivía el viejo, ahí por San Juan al mil cuatro cientos, lo único que lo dejaba en ese entonces, si mal no recuerdo, era el 305 que pasaba por la calle San Luis. O sea que el viejo tenía que tomarlo en San Luis-Paraguay o San Luis-Corrientes, no más allá de eso a menos que fuera muy pelotudo y lo fuera a tomar a Bulevar Oroño que no sé para qué mierda iba a hacer eso. Ahora, la. duda era si el viejo se iba a ir en ómnibus o en auto, porque si se iba en auto nos recagaba, pero nos jugábamos a que se iba a ir en ómnibus porque auto no tenía y seguro que el hermano tampoco tenía porque debía ser un muerto de hambre como él, seguramente. Y te digo que la cosa venía perfecta, porque el viejo nos había dicho que iba a salir bien temprano para no infartarse con las bocinas o sea que nosotros podíamos combinarlo con el horario de salida nuestra para el partido.

Porque también nos cagaba si salía a la una de la tarde para Villa Diego porque después ¿cómo llegábamos nosotros a Buenos Aires para la hora del partido con el quilombo que era la ruta y en un ómnibus de línea? Lo más probable es que nos hiciéramos pelota en el camino por ir a los pedos. Y por otra parte, hermano, Villa Diego queda saliendo para Buenos Aires o sea que la cosa estaba clavada, era posta posta.Después hubo que hablar con los otros muchachos, porqu e convencer al Rulo no nos costó nada, a él le daba lo mismo y, además, le contamos los entretelones del asunto. Te digo que el Colora manejó la cosa como un capo, un maestro. El asunto era así, el Rulo es un fana amigo de Central que tiene un par de ómnibus, está muy bien el Rulo. Y en esa época tenía un par de coches en la línea 305. Fue un ojete así de grande, porque si no teníamos que conseguir otro coche, cambiarle el color, pintarlo, qué sé yo, ponerle el número, un laburo bárbaro. Pero el Rulo tenía dos 305 y con uno de ésos ya tenía pensado pirarse para el Monumental el día del partido y más bien que se llevaba como mil monos que también iban para allá. Lo sacaba de servicio y que se fueran todos a la reputísima madre que los parió, no iba a perderse el partido ese.Entonces, el Rulo, con los monos arriba Y nosotros, tenía que estar con el ómnibus preparado, el motor en marcha, por España, estacionado. Y el Miguelito se ponía de guardia, tomando un café, justo en un boliche de ahí cerca desde donde veían la puerta de la casa del viejo Casale.

Creo que a las cinco, nomás, de la matina, ya estaba el Miguelito apostado en el boliche haciéndose el boludo y junando para la casa del viejo. Te juro que ni los tupamaros hubieran hecho un operativo como ése, hermano. Fue una maravilla.Apenas vio que salía el viejo con una canastita donde seguro se llevaba algún matambre casero, algo de eso, el pobre viejo, el Miguelito cazó una Vespa que tenía en ese entonces, dio la vuelta a la manzana y nos avisó. Cargó la moto en el ómnibus, en la parte de atrás, detrás de los últimos asientos y nos pusimos en marcha.Ya les habíamos dicho a tres o cuatro pendejos, de esos quilomberos de la barra, que se hicieran bien los sotas, que no dijeran ni media palabra y se hicieran los que apoliyaban. Nosotros también, para que no nos reconociera el viejo, estábamos en los asientos traseros, haciéndonos los dormido, incluso con la cara tapada con algún pulover, como si nos jodiera la luz, o con algún piloto.Te digo que el día había amanecido frío y lluvioso, como la otra fecha patria, el 25 de Mayo. Además, el quilombo había sido guardar y esconder todas las banderas, las cornetas, las bolsas con papelitos, los termos, todo eso. Uno de los muchachos llevaba una bandera de la gran puta que medía 52 metros ¡52 metros, loco! Media cuadra de bandera que decía “Empalme Graneros presente” y tuvimos que meterla debajo de un asiento para que el. viejardo no la vichara.La cosa es que el viejo subió medio dormido y se sentó en uno de los asientos de adelante que ya habíamos dejado libre a propósito para que no viera mucho del ómnibus. Rulo le cobró boleto y todo. Y nadie se hablaba como si no nos conociéramos. Y como el ómnibus iba haciendo el recorrido normal, el viejo iba lo más piola, mirando por la ventanilla. La cuestión es que llegamos a Villa Diego y el viejo tranquilo.

Cada tanto, cuando nos pasaba algún auto con banderas en el techo, tocando bocina, el viejo miraba a los que tenía cerca y movía la cabeza como diciendo “¡Mirá vos!”.Se ve que tenía unas ganas de hablar pero nadie quería darle mucha bola para no pisarse en una de ésas. Así que nos hacíamos todos los dormidos. Parecía que habían tirado un gas adentro de ese ómnibus hermano. Como cuando se muere algún ñato ¿viste? que se queda a apoliyar en el auto con el motor prendido y lo hace cagar el monóxido de carbono, creo. Bueno, así parecía que a nosotros nos había agarrado el monóxido de carbono. Pero, cuando llegamos a Villa Diego, por ahí el viejo se levanta y le dice al Rulo “En la esquina, jefe.”. Y yo no sé qué le dijo el Rulo, algo de que ahí no se podía parar, que estaba cerrado el tráfico, que había que seguir un poco más adelante y el viejo se la comió, pero se quedó paradito al lado de la puerta. Al rato, por supuesto, de nuevo el viejo, “En la esquina”. Ahí ya el Rulo nos miró, porque se le habían acabado los versos. Y ahí, hermano... ¡vos no sabés lo que fue eso! Fue como si nos hubiésemos puesto todos de acuerdo y te juro que ni siquiera lo habíamos hablado. Empezaron los muchachos a desplegar las banderas, a sacar las cornetas y las banderas por la ventana, y a los gritos, hermano, “¡Soy canalla, soy canalla!” por las ventanas.

Pero no para el lado del viejo, el pobre viejo, que la cara que puso no te la puedo describir con palabras, sino para afuera, porque los grones, con lo quilomberos que son, se habían ido aguantando hasta ahí sin gritar ni armar quilombo para no deschavarse con el viejo, pero cuando llegó el momento agarraron las banderas, empezaron a sacar los brazos y golpear las chapas del costado del ómnibus y también el Rulo empezó a seguir el ritmo con la bocina.¿Viste esas películas de cowboy, cuando los choros van a asaltar una carreta donde parece que no hay nadie, o que la maneja nada más que un par de jovatos y de golpe se abren los costados y aparecen 17.000 soldados que los cagan a tiros? ¿Que levantan la lona y estaban todos adentro haciéndose los sotas? Bueno, ese ómnibus debió ser algo así. De golpe se transfonnó en un quilombo, un escándalo, una de gritos, de bocinazos, cornetas, una joda. ¡Y la gente al lado de la ruta! Porque desde la madrugada ya había gente a los costados de la ruta esperando que pasaran las caravanas de hinchas. Era para llorar, eso, conmovedor, te saludaban, gritaban, levantaban los puños, por ahí algún lepra, a las perdidas, te tiraba un cascotazo... Pero vuelvo al viejo, el viejo, no sabés la caripela que puso. Porque nosotros lo estábamos mirando porque decíamos: éste es el momento crucial. Ahí el viejo o cagaba la fruta, el corazón se le hacía bosta, o salía adelante. El viejo miraba para atrás, a todos los monos que saltaban y cantaban y no lo podía creer. Se volvió a sentar y creo que hasta San Nicolás no volvió a articular palabra. Te digo que el Rábano, el hijo de la Nancy ya se había ofrecido a hacerle respiración boca a boca llegado el caso, que era algo a lo que todos, mal que mal, le habíamos esquivado el bulto porque, qué sé yo, te da un poco de asco, además con un viejo.Pero mirá, te la hago corta. Mirá, cuando el viejo ya vio que no había arreglo, que no había posibilidad de que lo dejáramos bajar del ómnibus, se entregó, pero se entregó entregó. Porque, al principio, nosotros nos acercamos y nos reputeó, nos dijo que éramos unos irresponsables, unos asesinos, que no teníamos conciencia, que era una,verguenza, qué sé yo todo lo que nos dijo. Pero después, cuando nosotros le dijimos que él estaba perfecto, que estaba hecho un toro, que si se había bancado la sorpresa del ómnibus quería decir que ese cuore se podía bancar cualquier cosa, empezó a tranquilizarse.

El Colorado llegó a decirle que todo era una maniobra nuestra para demostrarle que él estaba perfectamente sano y que incluso el médico estaba implicado en la cosa.Mirá hermano, y creéme porque es la pura verdad ¿qué intención puedo tener en mentirte, hoy por hoy? mucho antes ya de entrar en Buenos Aires ese viejo era el más feliz de los mortales, te lo digo yo y te lo juro por la salud de mis lujos. El viejo cantaba, puteaba, chupaba mate, comía facturas, gritaba por la ventana y a la cancha se bajó envuelto en una bandera. No había, en la hinchada, un tipo más feliz que él. Vino con nosotros a la popu y se bancó toda la espera del partido, que fue más larga que la puta que lo parió y después se bancó el partido. Estaba verde, eso si, y había momentos en que parecía que vos lo pinchabas con un alfiler y reventaba como un sapo, porque yo lo relojeaba a cada momento. Y después del gol del Aldo, yo lo busqué, lo busqué porque fue tal el quilombo y el desparramo cuando el Aldo la mandó adentro que yo ni sé por dónde fuimos a caer entre las avalanchas y los abrazos y los desmayos y esas cosas. Pero después miré para el lado del viejo y lo vi abrazado a un grandote en musculoso casi trepado arriba del grandote, llorando. Y ahí me dije: si éste no se murió aquí, no se muere más. Es inmortal.

Y después ni me acordé más del viejo, que lo que alambramos, lo que cortamos clavos, los fierros que cortamos con el upite, hermano, ni te la cuento. Eso no se puede relatar, hermano, porque rezábamos, nos dábamos vueltas, había gente que se sentaba entre todo ese quilombo porque no quería ni mirar. Porque nos cagaron a pelotazos, ya el segundo tiempo era una cosa que la tenían siempre ellos y ¿sabés qué era lo fulero, lo terrible? ¡Qué si nos empataban nos ganaban, hermano, porque ésa es la justa! ¡Nos ganaban esos hijos de puta! ¡Nos empataban, íbamos a un suplementario y ahí nos iban a hacer refocilar el orto porque estaban más enteros y se venían como un malón los guachos! ¡Qué manera de alambrar! Decí que ese día, Dios querido, yo no sé que tenía el flaco Menotti que sacó cualquier cosa, sacó todo, vos no quieras creer lo que sacó ese día ese flaco enclenque que parecía que se rompía a pedazos en cada centro. Le sacó un cabezazo de pique al suelo a Silva que lo vimos todos adentro, hermano, que era para ir todos en procesión y besarle el culo al flaco ése ¡qué pelota le sacó a Silva! Ahí nos infartamos todos, faltaban cinco minutos y si nos empataban, te repito, éramos boleta en el suplementario. Me acuerdo que miro para atrás y lo veo al viejo, blanco, pálido, con los ojos desencajados, pobrecito, pero vivo. Y ahora yo te digo, te digo y me gustaría que me contesten todos esos que ahora dicen que fue una hijaputez lo que hicimos con el viejo Casale ese día. Me gustaría que alguno de esos turritos me contestara si alguno de ellos lo vio como lo vi yo al viejo Casale cuando el referí dio por terminado el partido, hermano. Que alguno me diga si, de puta casualidad, lo vio al viejo Casale como lo vi yo cuando el referí dio por terminado el partido y la cancha era un infierno que no se puede describir en palabras.

Te digo que me gustaría que alguien me diga si alguien lo vio como lo vi yo. ¡La cara de felicidad de ese viejo, hermano, la locura de alegría en la cara de ese viejo! ¡Que alguien me diga si lo vio llorar abrazado a todos como lo vi llorar yo a ese viejo, que te puedo asegurar que ese día fue para ese viejo el día más feliz de su vida, pero lejos lejos el día más feliz de su vida, porque te juro que la alegría que tenía ese viejo era algo impresionante! Y cuando lo vi caerse al suelo como fulminado por un rayo, porque quedó seco el pobre viejo, un poco que todos pensamos; “¡qué importa!” ¡Qué más quería que morir así ese hombre! ¡Esa es la manera de morir para un canalla! ¿Iba a seguir viviendo? ¿Para qué? ¿Para vivir dos o tres años rasposos más, así como estaba viviendo, adentro de un ropero, basureado por la esposa y toda la familia? ¡Más vale morirse así, hermano! Se murió saltando, feliz, abrazado a los muchachos, al aire libre, con la alegría de haberle roto el orto a la lepra por el resto de los siglos! ¡Así se tenía que morir, que hasta lo envidio, hermano, te juro, lo envidio! ¡Porque si uno pudiera elegir la manera de morir, yo elijo ésa, hermano! Yo elijo ésa.


viernes, 20 de julio de 2007

Walter Soria: “Todavía tenemos dos semanas de trabajo para llegar al inicio del torneo en la mejor parte física”


Cuando culminó el partido contra Flandria, ingresó inmediatamente al vestuario en busca de frutas que les sirvieran a los jugadores para reponer fuerzas. Luego de que el plantel haya comido naranjas y bananas dijo: “Bueno muchachos ahora vamos a elongar”. Así es Walter Soria, el nuevo Preparador Físico de Colé, que quiere a todos sus jugadores en plenitud física para el inicio del campeonato.
-¿Cuáles fueron los trabajos realizados durante la pretemporada en el Círculo Militar de Olivos?
-Se pudo trabajar una semana entera en doble turno. Por la mañana se hicieron ejercicios relacionados a la condición física, mientras que por la tarde con la parte técnica.
Entre los trabajos que se llevaron acabo, realizamos de resistencia, carrera continua, intermitente y de pasadas, todo con deuda de oxigeno. Transcurrido el tercer cuarto de entrenamiento empezamos con la parte de fuerza y velocidad que equivale a potencia.
-¿Ahora que ejercicios se esta realizando?
-Estamos trabajando una cualidad por día. El lunes la resistencia, martes la potencia, el miércoles tuvimos el partido, el jueves vamos a hacer ejercicios de recuperación para el viernes volver a trabajar la resistencia.
-¿En que porcentaje, respecto a la parte física, se encuentra el plantel?
La idea es llegar al 100 por ciento para el inicio del campeonato. Ahora estamos tratando de asentar los trabajos realizados durante la pretemporada, hoy estamos en un 60 o 70 por ciento. Igualmente todavía tenemos dos semanas de trabajo para llegar al inicio del torneo en la mejor forma física.
-¿Qué jugadores pueden no estar en su plenitud física para el inicio del campeonato?
-Desde el inicio de la pretemporada quisimos contar con todos los jugadores para trabajar con todos por igual y lograr un equilibrio. Con excepción de Distefano, que fue el ultimo en incorporarse, el resto cuenta con el mismo trabajo. Creo que Distefano por ser un jugador liviano con una buena ida y vuelta va a llegar en perfectas condiciones.
Nicolás Ceballos

Armando González: "Vamos por el buen camino"

El pasado miércoles después del partido amistoso frente a Flandria, El Tricolor dialogó con el técnico Armado González, nos comentó que le pareció la actuación del equipo en los últimos dos amistosos (Ituzaingo y Flandria); “fueron positivos porque realizamos fútbol con dos rivales diferente, uno de la primera D como Ituzaingo que corre mucho y uno de la primera B como Flandria que es una buena medida para saber donde estamos parado”.
El técnico destacó lo positivo de los encuentros “primero que están entendiendo lo que uno les pide en la semana; el equipo de local debe tener mucha actitud, presionar, recuperar la pelota y después tiene que jugar. En el partido de hoy se vio que anduvimos bien en distintos aspectos, tuvimos presencia en las dos áreas y un buen trato de pelota y precisión del medio hacia el arco rival, de apoco vamos encontrando el nivel que uno quiere pero falta mucho”. Armando González nos comento que le puede aportar al equipo el defensor Mario Urquiza “es un buen defensor, es joven y tiene una buena altura puede jugar en cualquier puesto de la defensa, lo tuve en Excursionista es un buen elemento que viene a completar el plantel y seguramemente en cualquier momento lo vamos a necesitar”.
En el partido del miércoles Colegiales formo con Giovini, Valdez, Balanda, Fernandez, Perez, Couceiro, Zeballos, Distefano, Ruiz (Domínguez), Chiquilito y Meinecke (Tagliabue)
En lo que respecta a lesionados, el doctor Pablo Ayala nos informó que Maxi Coceres, quien sufre un desgarro, se encuentra bajo tratamiento kinésico desde hace dos semanas y que para su recuperación faltan tres semanas. El miércoles el “Pipi” Coceres comenzó a realizar trabajos de campo. Mario Urquiza se encuentra con un estado gripal.
El próximo amistoso será mañana sábado con Comunicaciones en el predio de Villa Martelli. En las últimas horas se confirmo la llegada del experimentado defensor Alejandro Baigorria.

Sebastian Perez

Marcelo Couceiro

Alberto Meinecke
Jorge Balanda




miércoles, 18 de julio de 2007

Cole jugó bien y le ganó a Flandria en Munro

Colegiales le ganó uno a cero a Flandria con un gol del nuevo delantero del Tricolor Chiquilito. El partido se jugó esta mañana en el estadio de Colegiales y el equipo mostró un rendimiento aceptable que permite ilusionarse. AMPLIAREMOS...




martes, 17 de julio de 2007

Gustavo Pereyra, una década relatando al Tricolor

Agradecemos al diario INFONORTE por la nota realizada a nuestro compañero de trabajo el periodista Gustavo Pereyra, quién lleva una década relatando la campaña de nuestro querido Cole con el programa "Colegiales Pasión". A continuación, reproducimos la nota.

Los relatos de Gustavo Pereyra se han convertido en todo un símbolo en las transmisiones de los partidos de Colegiales. Con un sacrificio único y propio de los que realmente quieren a una institución, llegó a cumplir el 10° aniversario narrando todas las alternativas de la vida futbolística del elenco tricolor. El programa se llama “Colegiales Pasión” que en la actualidad se emite por Radio Italia (AM 1620) y su equipo periodístico está conformado por Lucas Frioli, Cristian Uktveris, Tamara Simón y Nicolás Ceballos. En relación a su conjunto de trabajo Gustavo nos indicó: “Son personas que uno va conociendo, que tienen ganas de colaborar y participar. Es difícil tener un equipo de trabajo estable, porque es una producción independiente que tiene gran cantidad de gastos de viáticos y demás cosas que a veces se hace muy difícil poder mantenerlo y llevarlo todo adelante”. Una de las cosas que Gustavo destaca es que la llegada de Internet ha hecho evolucionar todo el fútbol de ascenso y que al relatar al tricolor no se tiene idea de la magnitud que puede llegar a tener: “…me pasó que en un partido que relaté contra el Atlanta del “Tano” Pasini que ya había ganado el Apertura, hice un comentario acerca de que Cole lo tenía “asustado” al campeón y ese simple dicho repercutió tanto que me terminé enterando que una hincha de Atlanta en otro programa de ascenso comentó mi dicho porque había escuchado nuestra transmisión. Otro momento increíble para mí fue cuando ganamos el campeonato en Bolívar y llamó a la radio un oyente hincha de Colegiales desde Brasil que había escuchado los partidos por Internet. Por ahí uno piensa que es sólo tu familia la que te escucha, y después te vas enterando de que llega a muchas más personas, como al plantel, al cuerpo técnico y dirigentes”. La rutina de cada transmisión quizá les resulte bastante complicada porque si bien con los celulares se facilita bastante, cada emisión no sale con la misma calidad de una línea telefónica común. Al respecto nos terminó diciendo: “En otros tiempos tuvimos la posibilidad de alquilar líneas de teléfonos pero ahora es imposible por temas burocráticos. El tema de la organización semanal pasa por conseguir las acreditaciones, saber si vas a tener cabinas disponibles, ya que muchas canchas de la “C” no tienen. Todo esto hace que se comience a bajar el nivel de la transmisión porque da miedo llevar los equipos, por la reacción de la gente, y por eso no se puede hacer la transmisión de la misma manera que la hacemos cuando jugamos de local. Hay muchos equipos sobre todo de la “C” que necesitan mucho del periodismo pero no le retribuyen de la misma manera, no le dan lo mínimo que se merece, me refiero a un lugar de transmisión que puedas hacer tu trabajo tranquilo”. Entre los momentos que no la pasó bien en una cancha visitante recuerda un partido ante Excursionistas: “…era en un día de semana, en el que en un reducido Cole hizo un gol y yo lo relaté bien fuerte porque yo esta clase de partidos clásicos los vivo de una manera especial y sin darme cuenta que, al estar en una cabina sin vidrios, todos los hinchas de Excursionistas que tenía alrededor me empezaron a insultar a mí y cuando ellos lograron empatar toda la platea se dio vuelta para gritarme a mí solo el gol”. Gustavo afirma que a veces es muy difícil la relación tanto con los jugadores como el cuerpo técnico y los dirigentes y que las opiniones que se vierten en el programa pueden generar distintas susceptibilidades: “…con el “Huevo” Rondina tuve una buena relación a pesar de que lo he criticado bastante, él aceptaba las apreciaciones y no se cerraba como otros que si opinabas algo en contra enseguida pensaban que tenías mala intención. En cambio, los dirigentes piensan que por el hecho de hacer una transmisión partidaria tenés que hablar siempre bien, me parece que están equivocados. Me gusta ser sincero con la gente y no mentirles, eso los dirigentes no lo entienden y muchas veces ellos mismos terminan tomando decisiones que coincidían con lo que uno opinaba antes y que en ese momento nos reprochaban. Al hincha sí lo entiendo, porque son hinchas, pero los dirigentes eso no lo entienden, nosotros debemos marcar tanto las cosas que están bien como las que están mal y eso demuestra nuestra independencia, gracias a esto uno va ganando un respeto. Lo principal es la institución, los demás estamos de paso. Con respecto a los jugadores he aprendido que no se puede tomar amistad con ellos. Me pasó con Ledesma con quien tuve una muy buena relación pero una vez le hice una crítica y él se molestó conmigo. Hay que saber separar la amistad con lo profesional y por eso trato de no tomar relación con los jugadores, ese trabajo se lo dejo a los vestuaristas. Hay algunos jugadores que no entienden nuestra profesión”. Gustavo tiene grandes recuerdos de los jugadores que ha relatado a lo largo de su trayectoria y entre los cuales hay muchos que no quiere dejar de destacar: “…con Cameroni disfruté mucho al relatarlo y el gol que le hizo a Cañuelas junto a uno que le hizo a Excursionistas en esa misma temporada son momentos inolvidables. Javier Molina fue otro en el cual yo colaboré mucho para que lo apoden “el payaso” por el festejo de sus goles a lo Piñón Fijo. Otro jugador distinto también fue Domingo Cardozo que le aportó mucho al tricolor y después tuvo un paso por San Lorenzo y entre los jugadores actuales quisiera destacar los pincelazos de Jonathan Torres y no me quiero olvidar de Sebastián Tagliabue que me hizo relatar para mi gusto el gol más hermoso luego de una media chilena que sirvió para ganare a “Excursio” 3 a 1”.
A la hora del balance de la temporada que acaba de culminar, Gustavo es bastante crítico y ante todo y a pesar de que quizá moleste sus opiniones, logró destacar: “…creo que como en toda temporada, no se hizo una autocrítica profunda, donde siempre la culpa o los errores son de los demás (técnico y jugadores), nunca de parte de los que toman decisiones. Me parece que los dirigentes perdieron la oportunidad de trazar un rumbo cuando no dejaron continuar en la dirección técnica a la dupla del club formada por Atilio Suampa y Fernando De Souza que reemplazaron a Miguel Rodríguez, que en el tiempo que estuvieron a cargo demostraron tener capacidad para dicha función”. Y en relación al año futbolístico que se viene también muestra sus dudas, aunque igual guarda ciertas esperanzas: “…A mí me generan dudas este nuevo proyecto de que el fútbol lo maneje una persona (Alfredo Asad), soy sincero. Yo puedo tener diferencias con distintos dirigentes de la Sub Comisión de Fútbol pero sé positivamente que son de Colegiales y que van a querer lo mejor para el club. No sé si es bueno depender de una sola persona. Ojalá que esto resulte y que podamos cumplir los 100 años en la Primera “B”.
Para terminar y como reflexión final de estos diez años de estar en el aire siguiendo al conjunto tricolor, nos acotó: “…el orgullo mío es que no hay ningún otro medio partidario que haya podido relatar partidos de inferiores e infantiles y uno sí lo ha hecho. He llegado a transmitir a la mañana tres finales de infantiles y después a la tarde relatar la primera. En esa época estaba solo (relataba, comentaba y hacía notas) y tengo que destacar que ahí tuvo mucho que ver la colaboración de mi hermana (Ana). Lo principal de todo esto es que hay que saber ser lo más profesional posible, seguir aprendiendo y ser consciente de las limitaciones de cada uno”.


Diego M. Ré



viernes, 13 de julio de 2007

Cole sigue entrenando fuerte esperando la "B"uelta

Tras haber finalizado la pretemporada en el Círculo Militar de la localidad de Olivos, donde el equipo estuvo concentrado realizando una fuerte preparación física. El técnico Armando González nos comentó que estaba muy satisfecho por el trabajo realizado y por las incorporaciones que se sumaron al plantel. Por lo tanto, Cole se retiraría del mercado de pases. El equipo está trabajando en el estadio de Munro y en el predio de Villa Martelli poniéndose a punto para el comienzo del torneo que será el 4 de agosto. El plantel que está trabajando es el siguiente:
Arqueros: Giovini, Granero y Carrizo.
Defensores: Fernández, Balanda, Caputo, Perez, Distefano, Valdez, Tula y Villar.
Volantes: Ruiz, Couceiro, Dominguez, Abraham, Giusti, Fournier, Cóceres (se volvió a desgarrar) y Torres (pero sería vendido).
Delanteros: Chiquilito, Meinecke, Toscano, Tagliabue y Cuatrín.
Estaría casi confirmada la llegada del defensor de Comunicaciones Mario Urquiza.

En cuanto a los futbolístico, Cole tiene preparado varios amistosos: el lunes 16 en Munro enfrentará a los libres de Marcelo Grelak; el miércoles 18 nuevamente en su estadio se medirá con Flandria y el sábado 21 visitará en Agronomía a Comunicaciones.


Carlos Fernández

Flavio Dominguez

Distefano: "Cole es un club grande y tenemos que pelear cosas importantes"

La nueva incorporación de Cole proveniente del Deportivo Italiano, Ignacio Distefano, mantuvo una charla con El Tricolor apenas se calzó la remera tricolor. "Tengo muchas ganas y expectativas porque se formó un gran grupo. Cole es un grande de la categoría y estamos obligados a pelear arriba", señaló el marcador de punta.
-¿Qué te hizo tomar la decisión de pasar de Italiano a Colegiales?
-Muchas cosas: el club, la gente, los compañeros. Todo esto influyó para que tomara esta decisión.
-Como ves el torneo que viene?
-Va hacer un torneo muy parejo porque hay varios equipos que se están armando bien.
-Como estas físicamente?
-Bien, estuve trabajando en forma individual los días que estuve sin equipo y estoy hablando con el profe para ir poniéndome en forma paulatinamente. Pero para cuando comience el torneo voy a estar diez puntos.

Colegiales presente en el desfile del 9 de Julio








domingo, 8 de julio de 2007

Porque pensamos que Castrilli y Gallina deben renunciar

Antes que nada, queremos agradecer todos los mensajes que opinaron sobre la editorial vinculada a la prohibición de asistir a los estadios del público visitante. Mas allá de compartir nuestra opinión, es muy positivo que cada uno se exprese y aporte su verdad relativa. Estamos convencidos que es la mejor forma de encontrar una solución al problema.
En cuanto a las críticas de porque ponemos el foco de los cuestionamientos en personajes vinculados a la organización de la seguridad en los estadios de fútbol y no en los hinchas violentos; el motivo es simple. A los hinchas que producen hechos violentos, el estado y la policía tienen todos los elementos para condenarlos. Y si no los tuviese, tiene la posibilidad de modificar o crear leyes nuevas. Pero cuando los funcionarios tienen vinculación directa en la inseguridad de los estadios, la solución se muestra mucho más complicada.
La gestión de Castrilli y Gallina ha fracasado desde las frías estadísticas, los hechos de violencia aumentaron sensiblemente, y estuvo plagada de medidas mediáticas y de condenas duras e injustas para los clubes chicos (los hinchas de Cole lo sabemos muy bien). Mientras que jamás se atacó el núcleo del problema: la policía o algunos comisarios que utilizan al fútbol como caja personal. Cuantos incidentes se podrían haber evitado si la policía hubiera llevado la misma cantidad de efectivos que pidió y cobró. Sin ir más lejos, los últimos incidentes importantes que se vivieron en Munro fueron contra Ituzaingo y San Miguel. En el primero la policía hizo ingresar a la hinchada visitante por la entrada local, y contra el Trueno Verde había tan sólo 2 policías en la tribuna visitante y ninguno en el campo de juego (lo que posibilitó que una persona ingresara y robara la bandera que desencadenó el descontrol posterior). Las fuerzas del orden tuvieron que reconocer que al menos 35 efectivos –de un total de 110- no habían asistido al estadio y tuvieron que devolver el dinero. Algún policía o responsable del Coprosede sancionado…? No.
La responsabilidad de las barras es igual a la de cualquier ciudadano que debe comportarse dentro de las normas estipuladas, de lo contrario será sancionado. Pero cuando los funcionarios policiales y/o políticos de los organismos de seguridad crean un sistema corrupto -basado en normas e impunidad para que la violencia continúe- aumenten el costo de los operativos y el presupuesto del Coprosede y el Prosef. Si encima ellos reconocen que no pueden resolver el problema y resuelven cerrar la persiana prohibiendo el ingreso del público visitante. La mínima actitud que debería acompañar este rapto de sincerar su incapacidad es la presentación de la renuncia, que ninguno ni siquiera amago.
Me parece que obedece simplemente al sentido común. Si a una persona la contratan para fumigar un ratón del garaje de una casa. Pasan diez años, el problema no se resuelve y los roedores se multiplicaron. Con cierto criterio, el fumigador decide clausurar el garaje para evitar que el mal se propague hasta que se encuentre una solución. Ahora, lo insólito sería que el fumigador pretenda seguir cobrando por un trabajo que no solucionó y empeoró.
Digamos, si ante la gravedad de la violencia en el fútbol –que todos reconocemos- se decide impedir que ingrese el público visitante como medida transitoria hasta encontrar las soluciones de fondo. Es una medida que duele pero que contiene cierta racionalidad. Pero si las soluciones las van a tomar los mismos que crearon este sistema corrupto que aumentó la violencia, enriqueció a la policía y a los organismos de seguridad, y castiga en lo económico y deportivo a los clubes más chicos, creo que seguiremos condenados al fracaso y el futuro de nuestro querido ascenso corre serio peligro.

Rodrigo González

viernes, 6 de julio de 2007

Armando González: “La única idea que tenemos es ascender”


El nuevo entrenador de Colegiales habló con EL TRICOLOR sobre su llegada al club, los refuerzos, la actualidad del plantel y los objetivos.

En Maláver y Posadas se respira un aire distinto, ni bueno ni malo, distinto. Quizás no sean momentos aptos para conclusiones. De todos modos, en Colegiales hay muchas caras nuevas y eso produce estupor. Hace poco más de una semana, Armando González se hizo cargo del primer equipo y la realidad supone que la misión a cumplir es compleja. Su aspecto es particular: luce chapado a la antigua y resulta casi imposible no compararlo con un tanguero por su prolijo peinado. Dice que prefiere, ante todo, un modelo 4-3-1-2, lo que no le prohibe atacar o defender con más o menos hombres de acuerdo a las circunstancias del partido. Idolo en Lanús por su entrega, Armando González tiene un objetivo que quita el sueño a más de un dirigente y a más de miles hinchas: ascender.
¿Cómo se dio tu llegada a Colegiales?
El año pasado yo estaba dirigiendo otro club en el mes de noviembre y la gente de Colegiales se acercó para saber si había alguna posibilidad de venir, me encantó la idea, pero por una cuestión de respeto y ética profesional no podía dejar el club hasta que termine el campeonato. Entonces le dije a la gente de Colegiales que le agradecía pero que lamentablemente no podía venir. Vuelve a nacer el interés este año, yo estaba sin club, y nos sentamos a conversar, me comentaron sus propuestas y acá estamos con ganas de triunfar
Resumidas cuentas, trata de describir cómo se está conformando el plantel, tomando en consideración que muchos jugadores se fueron y otros tantos llegaron...
Cuando yo llegué había una lista con nombres de jugadores que, de acuerdo al pensamiento de los dirigentes, tenían que dejar la institución. Yo no participé de esa lista porque, a pesar de que no conocía a los jugadores, no conocía los temas de vestuario u otra clase de temas que pueden haber cuando un jugador está mucho tiempo en un club. De acuerdo a la lista que me dejaron quedan muy pocos jugadores y en este tramo llegaron Daniel Caputo (lateral derecho proveniente de Ituzaingó), el arquero (Lucas) Giovini, de paso por Acassuso, el “Beto” Meinecke, un conocido de acá del club, Ricardo, el “Topo” Ruiz, de Deportivo Merlo, el “Tubo” Carlos Fernández, de Deportivo Italiano que quedó libre. Ultimamente se ha incorporado Jorge Balanda, un central de mucha experiencia, Marcelo Couceiro, un volante por izquierda también de mucha experiencia, Flavio Domínguez que puede jugar por la izquierda, (Jorge) Chiquilito que fue la primera incorporación que hicimos ya hace dos meses y ahora estamos esperando por un marcador de punta izquierda, un número cinco y un volante por derecha que es lo que tenemos que cubrir, además de cuatro jugadores de Chacarita que servirán para reforzar el plantel.
¿Cuántas son las posibilidades de que el “Mono” Pérez se sume al plantel?
Con el “Mono” Pérez estaríamos en un sesenta cuarenta. De acuerdo a lo que me dijeron los dirigentes, estaría más o menos arreglado el tema y esperemos que se dé porque realmente es un jugador interesante. La actualidad del “Mono” Pérez es muy interesante y la verdad es que nos cubre un hueco difícil porque no hay muchos marcadores de punta izquierda, los que hay están ocupados y hay algunos que pueden venir pero que creen que Colegiales tiene muchisima plata, cosa que no es cierta y piden fortunas para venir a jugar, entonces no podemos aceptar jugadores que tengan ese pensamiento. (Aclaración: esta nota fue realizada previo a la contratación del Mono Perez)
¿Falta también un volante por izquierda?
Vamos a traer un volante que nos pueda ser útil por las dos bandas previendo algún problema que pueda tener alguno de los que juegan. Estamos tratando de traer los jugadores necesarios, los justos, no mucho más de lo que se puede traer y fundamentalmente que entiendan que vienen a un club grande y acá no hay alternativas, que acá no se puede venir a pasar el tiempo y a cobrar, acá hay que venir a pelear y ascender.
Podes poner un puntaje del 1 al 10 para explícitar el estado del plantel en esta puesta a punto...
Nos falta un mes de trabajo, hace una semana y media que estamos. Hoy por hoy físicamente estamos cinco puntos, de hecho vamos a empezar la pretemporada la semana que viene y no hemos trabajado futbolísticamente en la cancha, hicimos todos trabajos físicos, trabajamos en la táctico, pero recién empezamos, estamos comenzando. Yo creo que vamos a estar bien para cuando empiece el campeonato que es lo importante.
El objetivo es ascender...
La única idea que tenemos es ascender. Con los jugadores que he traído y con los jugadores que han quedado hable y les dije que acá no hay términos medios. Si eso es una presión muy grande para los jugadores directamente que no vengan porque esa misma presión es la que tengo yo, pero no presión para que sea contraria sino una presión positiva, muchos jugadores quieren venir acá y los que vienen tienen que saber que es un grande, que vienen a un grande, que los trata como un grande porque lo de Colegiales sorprende. Pero acá hay una sola posibilidad que es ascender, que es lo que necesita el club que hace tres años está tratando y no lo consigue y esperemos ser nosotros los que llevemos a Colegiales a la B.


Lucas Frioli

Se prepara Cole y "B"a por todo

El Tricolor se prepara con todo para la próxima temporada y las incorporaciones que se concretaron invitan a soñar con el tan ansiado regreso a la B. Los refuerzos que llegaron son los siguientes:
Arquero: Lucas Giovini (ex Acassuso)
Defensa: Balanda (ex Temperley), Carlos Fernández (ex Italiano) y DanielCaputo (ex Ituzaingo).
Volantes: FlavioDominguez (ex Comu), Marcelo Couceiro (ex Los Andes) y Sebastián Ruiz (ex Dep Merlo).
Delanteros: Alberto Meinecke (ex Dep Merlo) y Jorge Chiquilito (ex Estrella Roja de Venezuela).

Lucas Giovini


Daniel Caputo



miércoles, 4 de julio de 2007

El ascenso se jugaría sin público visitante


Los distintos estamentos que se ocuparon de la seguridad en los estadios deportivos han producido un verdadero desastre en los últimos años. El aumento exorbitante del costo de los operativos fue de la mano del crecimiento de la violencia en los estadios. Todo este circo donde abundaron medidas disparatadas como el tamaño de las banderas, la prohibición de los bombos y redoblantes, partidos en horarios insólitos, cambios de cancha, etc; sólo produjeron problemas en los clubes y jamás mostraron un síntoma que la situación estaba mejorando. A pesar de este rotundo fracaso, ningún dirigente o funcionario ligado a los organismo de seguridad tuvo la decencia de presentar la renuncia y admitir que NO SIRVEN PARA LA TAREA que le encomendó la sociedad, que es la que le paga el excelente sueldo que perciben.
Ahora encontraron la solución, jugar sin público visitante...????!!!!. Brillante, como no se nos ocurrió antes. Está gente debería asumir mayores responsabilidades en el estado. Por ejemplo, para solucionar el tema del tránsito tendrían que prohibir el uso de los autos, para evitar la inseguridad en la noche habría que prohibir que la gente deambulara por la calle después de la 8 de la noche; para bajar la contaminación habría que cerrar las fábricas, para solucionar las huelgas habría que abolir el salario, y así sucesivamente hasta armar la sociedad perfecta.
Nos siguen tomando el pelo y ninguno renuncia.... Y como dice la tribuna: "Vayanse no roben más!!!"

Presentacion de la camiseta

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