lunes, 25 de mayo de 2009

Heroes igual












Duele... Cuando la multitud que copó el Bajo Munro esta tarde obserbava impotente como los jugadores del pincha se abrazaban festejando como si hubieran ganado un campeonato, todos los tricolores sentíamos una angustia inevitable. Porque Cole dejó un invicto de 25 partidos ante un equipo que apeló únicamente a intentar destruir el fútbol que creaba el tricolor. Ese fue su mérito, juanto al oportunismo de convertir las escasas jugadas que generó la visita.

El pecado de Colegiales fue ir ciegamente por todo, sin especular con un resultado que era positivo desde la frialdad de los números y especulando con la posición final de cara al reducido.

El partido fue durísimo. Estudiantes salió a disputarle la mitad de la cancha al local con un mediocampo muy combativo que se multiplicaba para evitar que los estrellas de Cole pudieran pensar con la pelota. Así, Orsi, Cisterna y Torres, no podían tener la pelota y generar el fútbol que el tricolor nos tiene acostumbrado. Pero Cole no arrugó ante el planteo de la visita y empujado por su gente salió a pelearle el partido con las mismas armas. De esta forma, emparejó el partido y tuvo las situaciones más claras para ponerse en ventaja. A los 40 minutos Molina la empujó adentro del arco, tras un remate de Torres que tapó Monasterio a medias y el árbitro lo anuló por posición adelantada del nueve. A todos nos quedó la sensación que la pelota hubiera ingresado igual sin la ayuda de Molina y el tanto hubiera sido válido.
La segunda parte mostró a un Cole que fue amplió dominador. El pincha con menos piernas se limitaba a defender en su campo. El tricolor lo tuvo cuando Toto y Cisterna armaron una pared bárbara y el disparo de Torres quedó en las manos del arquero.
Pero el que pegó primero fue la visita cuando a los 30 un contragolpe encabezado por la derecha por Sanfelice dejó sólo a Gáspari en el área que fusiló a Zarza.
Cole reaccionó con mucho orgullo y cinco minutos más tarde Molina asistió de primera a Totó y el ídolo tricolor sacó un disparo cruzado que hizo estallar a todo el barrio de Munro. El empate era justo y el local no se conformaba.
Estudiantes se metió en el fondo para aguantar el el empate y el aliento conmovedor del pueblo tricolor empujaba a Cole a ir por la victoria. Pero el cielo se oscurecía como nuestro futuro. Cuando los once de Ferraresi fueron a buscar un centro al área del pincha, un rechazo de la defensa de Caseros generó un contragolpe que dejó a la defensa de Cole mal parada y un remate de Bustos a la ratonera del arco de Zarza se convirtió en el final del invicto tricolor en nuestra casa.
Los aplausos de todo el estadio para este equipo que cayó en su ley y dejando todo en la cancha, es la mejor señal de que esta derrota duele pero no debe paralizar. Porque "el sueño de toda la gente" sigue vivo y estos jugadores nos volvieron de demostrar "que salen a ganar, quieren salir campeón, que lo llevan adentro, como lo llevo yo".
Rodrigo González
Fotos: Cristian Di Prinzio







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