Después del empate ante Barracas Central, el director técnico de Colegiales habló con los integrantes del programa radial COLEGIALES PASIÓN con respecto de la actualidad del equipo y de cómo planteará los dos partidos que restan. “Cuando las cosas salen bien hay que escuchar las palabras de apoyo y cuando salen mal hay que aguantarse las criticas”, explicó.No está contento Sergio Rondina. Se nota a la distancia. Su andar cansino connota preocupación y frunce el ceño repetidas veces. El empate 1 a 1 con Barracas Central y el hasta luego al Clausura condicionan su normal predisposición y, aun así, se sienta a intercambiar conceptos futbolísticos y a soñar con un ascenso cuando el tiempo no llena un vacío ilusionista.
¿Qué balance haces del partido?
Me voy conforme porque el equipo dejo todo, pero triste porque quedamos muy lejos. Creo que hicimos un primer tiempo flojo y a su vez ordenados. Y en el segundo tiempo mejoramos mucho, tuvimos muchas situaciones. Lastima el gol de ellos porque estábamos muy bien y después lo del arbitro que es un capitulo aparte...
¿Sentiste qué te metieron la mano en el bolsillo?
En la última jugada, cuando lo agarran a Villagarcía, no sé para que lo llama y si en última instancia era saque de arco. Encima yo me volvía loco en el banco porque fueron todos a protestar y nos llegaban a hacer el gol ahí nos teníamos que ir todos. Agarraba los once y me iba de la cancha. Encima salen jugando del fondo, del área grande y termino siendo una jugada intrascendente. Creo que el equipo se soltó, el equipo había quedado muy dolido después del partido del miércoles porque ellos sabían que no nos habían salido las cosas y hoy lo que uno busco era eso: que el equipo vuelva a estar sólido, que se vayan soltando. Creo que la entrada de (Bruno) Policella fue buena también, hasta que terminó con un golpe en el gemelo. Lo de Miguel (Mendoza) también: él ya estaba cansado en el entretiempo, la gente a veces se fastidia, lo toma a mal, pero yo lo conozco, sé cuando está bien, cuando está mal y yo sé que estaba cansado, había quedado varias veces en off side en el primer tiempo porque le costaba volver a tomar posiciones y busqué con el ingreso de Sebastián (Tagliabue) esa explosión cuando ellos arman línea de tres. Y estuvo cerca de marcar en dos ocasiones. Estoy dolido porque los pibes se rompen el alma, porque cada uno le mete mucho tiempo a esto, muchas ganas, entiende el esfuerzo de todo el mundo, uno es el primero que quiere que a Colegiales le vaya bien. Porque cuando a uno lo tratan tan bien, uno se encariña con todo: por el trabajo de los dirigentes, el acompañamiento de la gente el día que juguemos y a la hora que juguemos siempre están con nosotros, nos apoyan. Uno lo primero que quiere, con el plantel y el cuerpo técnico, es que a Colegiales las cosas le vayan bien. A veces salen, a veces no. Yo fui muy criticado por el partido del miércoles (Acassuso 2 Colegiales 0). A los diez minutos nos encontramos con una jugada desafortunada, la lesión de (Ezequiel) Carranza, el gol de ellos. Volvimos a cambiar al sistema que veníamos jugando, pero el equipo no estaba, se levantó mal, más allá del sistema. Pero uno hace las cosas como para que a Colegiales le vaya bien, no para que le vaya mal.
-Si volvieses a jugar ese partido con Acassuso otra vez, ¿lo pensarías de la misma manera?
-Lo plantaría de la misma manera cambiando algún interprete. A Jorge Villagarcía lo fuimos llevando de a poco. Cuando llegamos, él ni trotaba. Él tenía muchas ganas de estar y gracias a Dios hoy respondió. Creo que la experiencia de él le da otra solidez a la defensa y creo que cuando Fernando (Smargiassi) juega de doble cinco es un jugador importante, que raspa, que mete y que contagia. Quizá hubiera cambiado interpretes y ubicaciones, quizá no hubiera puesto a Tavo (Cristian Valdéz) de mitad de cancha para adelante, quizá si lo dejaba de cuatro y ponía otro de mitad de cancha hacia delante que lastime más, pero se dio así, uno asume errores también. Cuando las cosas salen bien hay que escuchar las palabras de apoyo y cuando salen mal hay que aguantarse las criticas. Yo creo que todos los que estamos en esto queremos lo mejor para Colegiales. Yo como conductor de grupo tengo que asumir las criticas como uno las asume, con humildad. Yo lo que le pido a la gente es que siga apoyándonos, que el equipo se va a matar adentro de la cancha y en cada entrenamiento para que el sueño de todos, de cumplir el centenario de Colegiales en la B, se pueda cumplir.
-¿Cómo imaginas los dos partidos que restan disputar? ¿Cómo los pensas jugar?
-Mirá hoy llego a la quinta amarilla (Ariel) Crespin, el Burro (Omar Benitez), me queda Luisito Zeballos con cuatro al límite y Sebastián Tagliabué que está con cuatro. Después el resto está con dos o tres amarillas. Veremos cómo se desarrolle el partido con Fénix, la idea es que todos los que tengan que limpiar de amarillas se limpien y ver en qué posición nos encontremos en el partido con Laferrere, también tienen que jugar ellos. Así que vamos a salir a ganar con el equipo que tengamos en cancha. Hoy me reconforta lo de Villagarcía, la entrada de Marquito (Fournier) que le mete ganas y los chicos que están abajo y que esperan una oportunidad. La idea es que ninguno este con la soga al cuello, ningún lesionado, gracias a dios el equipo está entero, salvo Carranza. El grupo quiere sacar esto adelante y poner a Colegiales en lo más alto.
-Uno de los problemas que tuvo el equipo fue la defensa... ¿Sentís que hoy se mejoró, qué se está en el camino?
-Es que a veces por jugar muy arriba nos descompensamos abajo. Hay que trabajar en el retroceso de las líneas, en ser un equipo más corto cuando tenemos la pelota, de darle un poquito más de juego al equipo porque tiene jugadores para hacerlo. Acompañar un poco más a Toto (Jonathan Torres) y a Miguel (Mendoza) porque si jugás sin enganche se hace más difícil. La idea es que se sumen los volantes laterales y que tenga más salida el doble cinco. Hoy no tuvimos salida por los costados porque el Burro Benitez no es cuatro natural y lo de Leo Estévez es parecido y es la rueda de auxilio de todo el equipo, aunque a veces se le sale la cadena y hace faltas tontas cerca del área. Tenemos que mejorar en todo y pulir las cosas que hacemos bien.
-Desde que estas en Colegiales, ¿lograste armar en algún momento el equipo ideal?
-Yo creo que el equipo que arranco el campeonato. Quizá, a veces, Barry es criticado, pero Barry es importante en cancha nuestra, por juego aéreo, porque las falencias que podemos tener en cancha chicas se notan menos que en canchas grandes. Pero es difícil cuando hay un buen rendimiento de local sacarlo de visitante. Es difícil por el jugador, para que no siente que va a jugar partidos sí y partidos no. Bruno (Policella), por un problema familiar, se me cayó mucho. Tuvo un problema entre el partido de J. J. Urquiza y San Martín. Hoy volvió a aparecer y creo que tiene que seguir apareciendo Cóceres por momentos. José (Pereyra) sigue siendo muy intermitente. A veces me agarra mucho la pelota en mitad de cancha y a mí no me sirve. Es un jugador que desequilibra por gambeta, no es un jugador que pone pases gol, es un jugador que desequilibra en los mano a mano, pero hay que saberlo ubicar, hay partidos que lo puede hacer y otros no. No cumple la función de aguantar la pelota y hacer la pausa, es un jugador que va para adelante. Uno no es cabeza dura, yo lo traje acá y sé cuando ponerlo. Fernando (Smargiassi) hoy demostró que no se entregó nunca. Los que no juegan están porque uno puso las cosas claras desde el principio. El equipo está en la cabeza, no te lo voy a decir, pero cuando todo este bien, seré el primero en decirte: “éste es el equipo ideal”.
