sábado, 24 de febrero de 2007

La corrupción es Violencia





Este personaje nefasto del fútbol argentino es Mario Gallina. ¿Qué tiene que ver con el deporte más popular de nuestro país? Nunca fue jugador, ni dirigente; quizás nunca pisó una popular o lloró por una derrota en un clásico, o por un descenso del club de sus amores. Sin embargo, es una persona clave para entender el gran desconcierto en que han transformado este hermoso deporte. De profesión policía y arbitró de fútbol; su máximo logro fue haber sido comisario.

Desde hace más de una década, es el máximo responsable de la seguridad en los estadios. Los resultados de su gestión son contundentes: aumento de la violencia en sintonía con el crecimiento sideral de los costos de los operativos policiales. Mano dura para los equipos mas humildes e impunidad para los poderosos. Lógica que la policía maneja a diario en casi todos los ordenes de su accionar.

Los hinchas de Cole lo padecimos cuando fue uno de los promotores de uno de los descensos más injustos que vivió nuestro fútbol. Cuando por un par de piedras (que no lastimaron a nadie) en la cancha de Tigre condenaron al tricolor a jugar en la Primera C. Obviando ese mismo año incidentes en otras canchas de una magnitud mayor. Hasta Julio Grondona reconoció que era "una injusticia lo que habían hecho con Colegiales".

Pero el hombre de la mirada pérdida siguió en su cargo haciendo de las suyas. Ahora se ocupa de fundir clubes para garantizar el aumento de la "caja" de sus ex compañeros de ruta: los comisarios. Los ejemplos de esta metodología suceden a diario en todas la categorías, pero la suspensión del Cole-San Miguel que se debería disputar el domingo es un claro ejemplo.

El Comité de Seguridad obliga a Cole a perder la localía y jugar el partido en Caseros, argumentando que la parcialidad visitante de esta forma evita pasar por Munro en su traslado. Vale aclarar que nunca hubo incidentes entre las barras cuando el partido se jugó en la cancha del calamar.

Pero bueno... todo sea por la seguridad...

A pesar que el estadio de Estudiantes sería más seguro, la policía pide 350 policías para realizar el operativo. Cuando en el último partido jugado en platense se precisaron 240 efectivos. Cómo es? Caseros es más seguro que el estadio del Marrón pero se precisan 110 policías más....

Una lógica extraña ¿no? Pero la voracidad y la impunidad pretenden ir por más. El módulo laboral de los agentes cuando cubren los partidos es de tres horas, lo que equivale a 30 pesos por efectivo. Así fue en todos los partidos contra San Miguel jugados en Platense, donde no hubo incidentes. Bueno, para este encuentro pedían un módulo de cuatro horas, que es igual a 40 pesos por policía.

Sigo sin entender. La cancha del Pincha es más segura que la del Calamar pero se precisan 110 policías más a un costo más alto. Recordemos que cuando se jugó en el 2004 el partido en Munro que se suspendió por los incidentes, la policía reconoció que 30 policías -que ya habían cobrado- no se presentaron a trabajar. ¿Que sanción recibió el jefe del operativo...?

En conclusión, Gallina pretendía que el tricolor perdiera la localía y abonará 12 mil pesos por el servicio policial. Un robo al club, los dirigentes, los jugadores y los hinchas que con mucho esfuerzo están depositando a Cole en la punta del torneo. Curiosamente, para volver a la categoría que este señor se encargó de sacarnos con otro robo de hace tres años.

La verdad es hora que todos juntos le pongamos freno a este atropello. Porque la corrupción es violencia, claro, sin quita de puntos ni condenas.

Rodrigo González

Presentacion de la camiseta

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