Agua bendita!!!

El Tricolor jugó con diez desde los 8 minutos, supo aguantar a Brown en medio de un diluvio y lo ganó al final con un gol de Fergonzi. Tres puntos claves para que el equipo recupere la confianza, seguir ubicado en el lote de arriba, y cortar la mala racha sin triunfos en Munro. Lo de la hinchada fue conmovedor bajo la lluvia.

Cuando a los ocho minutos el árbitro Bermudez expulso a Sotomayor, la tarde pintaba más negra que el cielo para Colegiales. Porque un jugador menos de entrada es un problema para cualquier equipo. Pero si le sumamos que jugadores claves como Balanda, Cisterna y el Gula Diaz miraban el partido desde la platea. La presión de haber sacado un agónico empate en Munro con Armenio y una penosa derrota visitando a Flandria. Que desde la primer fecha cuando se venció a San Carlos no se gana de local. Con estos antecedentes, muchos habrán pensado: "mejor me voy a casa, que me voy a quedar acá mojándome todo y masticando bronca". Pero el hincha de Cole no entiende mucho de razones, lo que comprende en su totalidad es el sentimiento inexplicable que producen estos colores. Por eso se quedó y alentó a rabiar durante todo el partido, ignorando al diluvio que cayó durante todo el partido en Malaver y Posadas.

Con un hombre menos, Coqui no se amilanó y armó una defensa de tres. Estaba claro que el objetivo de la tarde era ganar como sea. Con este esquema, el visitante encontró espacios como para inquietar el arco que defiende Benji. Las subidas de los volantes Mansilla y Villamayor eran un problema para una defensa que por momentos quedaba desequilibrada. Sin embargo, Brown no pasó nunca de la aproximación al peligro. Y a Cole le costaba mucho crear situaciones de riesgo en el área rival. Por lo tanto, el empate era un resultado lógico al término del primer tiempo.

En el complemento Ferraresi retocó algunas piezas. Sacó a un intrascendente Cardona por un Bocci que le podía aportar mayor marca en la mitad de la cancha. Así, Cole se equilibró y evitó que la visita pudiera crear problemas al arquero Granero. El problema estaba en la ofensiva, ya que el tricolor sólo llegaba con algún tiro de media distancia de Buzzi o alguna jugada que armara Borrego. Pero era muy poco como para soñar con un gol.

Faltando 15, Ferraresi hizo ingresar a Fergonzi por un Ortigoza que estaba exhausto. El picante entró con todas las ganas y daba esperanza que algo distinto podía ocurrir. Mientras tanto, Brown empezaba a acorralar en su área a un tricolor que resistía con mucho amor propio y orden táctico. En las tribunas la gente alentaba con el alma para que el equipo no aflojara.

La visita iba pero no lastimaba y Cole tuvo una y la aprovecho. A los 40, Borrego robó una pelota en campo de Cole y habilitó rápido a Rodriguez. El Tanque la aguantó, y se la tiró al pique de Fergonzi que quedó sólo frente al arquero. El picante no dudó y definió como los grandes goleadores. Entonces el Bajo Munro estalló como en sus mejores tardes, en el banco se abrazaron sabiendo que se estaba consiguiendo una victoria clave, esas que son un punto de inflexión. Porque Cole hoy pudo revertir un partido muy complicado, y eso para un equipo en formación es muy valioso. Por eso, la tormenta de esta tarde para los tricolores fue Agua Bendita.

Rodrigo González

Fotos: Cristian Di Prinzio