Dos horas y media tardó el plantel de Colegiales en abandonar el vestuario visitante. Afuera, una batalla campal entre la policía y los hinchas locales donde abundaron las piedras, balas de goma y gases lacrimógenos hacían presagiar un final mucho más grave.
Las agresiones comenzaron cuando llegó la delegación del tricolor, y decenas de hinchas de Talleres lo rodearon e impidieron que el plantel pudiera descender. La zona estaba practicamente liberada y sólo tres policias cuidaban al plantel de Cole.
Por suerte, ningún integrante de la delegación terminó herido y tras tres horas de locura pudieron volver a Munro en un micro destrozado por la barbarie.
No solo destruyeron los vidrios del micro sino que ahora hacen catarsis hackeando las páginas de Colegiales para insultar y amenazar.
ResponderEliminarNo entienden que Cole solo fue la última gota de un vaso lleno.
cagones, se salvaron q no estaba la hinchada de cole, xq si no corrian todos, se van a la C putos
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