domingo, 21 de septiembre de 2008

Llamen una bruja...


En un partido increíble, de esos que se dan una vez cada 15 años, el Tricolor tras haber jugado un gran segundo tiempo se tuvo que conformar con un empate en tres tantos en su visita a Temperley. Era la tarde perfecta hasta el minuto 46 del complemento. En el inicio del complemento Cole con un Totó Torres brillante le había dado vuelta el partido al Celeste con tres goles en diez minutos (Torres a los 15 y doblete de Hernández a los 17 y 25). El diez de Cole estaba imparable y el nueve con la contundencia que precisábamos. Así, en un ratito se lograba fulminar la mala racha que padecíamos afuera que nos había impedido marcar en los cuatro partidos anteriores. Temperley estaba desorientado y su gente no paraba de insultar al técnico y los jugadores. Partido liquidado bajo cualquier punto de vista.

Pero no, mi amigo, los tricolores este año parece que vamos a sufrir más de lo que nos merecemos. El árbitro adicionó cuatro minutos que no hacían presagiar ningún peligro. Error, cuando se cumplía el primer minuto de descuento, un centro que cayó en el área de Cole se tranformó en el descuento del local trás un cabezazo de Guevara, ante una defensa que se duerme y un 2 a 3 que parecía que sólo iba a decorar el marcador.

El gasolero saca e inicia el último intento de la tarde, allí un pelotazo al área es cortado por Hernández y el referí Echenique cobra falta porque la pelota pega en la mano del delantero que se estaba cubriendo el cuerpo. Creemos que sin intención de jugarla con la mano. El reloj ya marcaba 48 minutos y medio y la falta era en la mitad del campo de Cole sobre la punta derecha del ataque. El jugador local manda el último centro al área y la pelota queda bollando en la media luna, le queda a Falckzuc que de una posición extráña y medio tapado manda un zurdazo que se eleva y se clava cerca del ángulo derecho de Zarza. Era el empate y el delirio del público local que no podía creer lo que estaba pasando ( los de Cole ni les cuento). De esta forma, a Colegiales se le escurrió de las manos lo que era la primer victoria como visitante y que lo ubicaba en el lote de los punteros.

La bronca de todos lo tricolores va a durar varios días, eso es inevitable. Son otras las circunstancias pero hace recordar al partido del año 92 en Munro contra Argentino de Quilmes cuando nos empataron con dos goles de Silva en tiempo de descuento y nos costó el Torneo Apertura de ese año. Aunque luego ganamos el Clausura y ascendimos tras vencerlos en la final. Esperemos que esta nueva desgracia también termine con un final feliz cuando finalice el campeonato.

Rodrigo González

Presentacion de la camiseta

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