El delantero habló con EL TRICOLOR y comentó cómo está viviendo esta realidad, sobre el equipo y el campeonato. “Estoy contento porque están saliendo las cosas, me prepare en la pretemporada y lo puedo demostrar”, afirma el goleador. Opinan Armando González y Atilio Svampa.
-¿En qué año llegaste a Colegiales?
-A fines de 2001 un amigo me dijo que nos vengamos a probar a Colegiales y vine. Estaba Juan Tradito, hicimos una prueba en el Campo N° 2 y a los quince minutos de haber empezado a jugar tanto a mí como a mi amigo nos dijeron que quedamos y ahí empezamos la pretemporada.
Dos años y medio de inferiores y ya hace seis que estoy en el club.
-¿Te acordas que fue lo primero que hiciste cuando debutaste en primera?
-Lo primero que hice fue correr una pelota hacia el arco donde estaba la hinchada y me acuerdo que no paraba de correr tenía tantas ganas de jugar, estaba tan ansioso que no paraba de correr, ni yo creía lo que estaba haciendo. Fue con Brown de Adrogué el primer partido y mi primer gol fue contra Argentino de Quilmes fue dos partidos después del debut.
Dos años y medio de inferiores y ya hace seis que estoy en el club.
-¿Te acordas que fue lo primero que hiciste cuando debutaste en primera?
-Lo primero que hice fue correr una pelota hacia el arco donde estaba la hinchada y me acuerdo que no paraba de correr tenía tantas ganas de jugar, estaba tan ansioso que no paraba de correr, ni yo creía lo que estaba haciendo. Fue con Brown de Adrogué el primer partido y mi primer gol fue contra Argentino de Quilmes fue dos partidos después del debut.
-¿Quiénes eran los delanteros titulares?
-Era suplente de Katip, Ayala, Guille Cols. En la B, con esos nombres, yo más que ir al banco no podía pedir. Desgracia de Cameroni que se lesiono, se rompió los cruzados y le tocó estar un tiempo afuera de las canchas. Eso me permitió poder debutar.
-¿Qué balance haces desde tu llegada al club hasta esta actualidad?
-No tuve adaptación a primera, me tuve que adaptar muy rápido a lo que era primera porque yo subí en inferiores y a los dos meses que pasó la lesión de Cameroni, me tiraron a la cancha y yo no tenía roce. Tenía 18 años y si bien no me asustaba, necesitaba ese roce, esa competencia de Primera y me fui acostumbrando y creo que recién hace dos años atrás cuando arranque el campeonato y tuve en cinco partidos seis goles, ahí empece a demostrar un poco lo que podía dar y creo que ahora este campeonato lo estoy demostrando del todo.
-¿Hace mucho que esperabas este rendimiento? ¿Cómo ves la actualidad del equipo?
-En lo personal es lo que hace tiempo esperaba. Esperaba mucho este momento, esto de estar goleador del equipo del torneo, aunque vayan ocho fechas, en ser muy importante para el equipo, tanto por lo que me inculcan mis compañeros, como el técnico y la gente. Estoy contento porque están saliendo las cosas, me prepare en la pretemporada y lo puedo demostrar. En lo grupal, creo que recién estamos empezando a demostrar lo que podemos dar, vinieron jugadores importantísimos que si están bien de la cabeza podemos hacer desastres como el que hicimos ante Argentino de Rosario que en treinta minutos ya lo habíamos definido. No vamos a tener un techo. Todos nos proponemos ascender. Tranquilos, no desesperarnos, siempre los partidos tienen 90 minutos. Estamos muy bien.
-¿Cómo ves el torneo, en estas primeras ocho fechas?
-Es muy largo el torneo, recién van ocho fechas quedan 30. Todavía no esta nada decidido, hay dos o tres equipos que son candidatos, fíjate que El Porvenir se llenó de figuras y ganó muy pocos partidos y fíjate que Lujan, sin muchos nombres, va primero. Tenes que jugar partido a partido, después de enero y febrero ya hay que mentalizarse quiénes son los rivales, aunque todos son importantes porque si le ganas al primero, pero perdes con el último estamos en la misma.
-¿Te presionas porque este es tu año o preferís ir paso a paso?
-Desde chico siempre me gustó ponerme presión yo mismo, porque me gusta el fútbol y porque siempre quiero ganar. Pero creo que sí que este año ya no puedo esperar más, creo que desde el año pasado ya me mentalice que este año ya tenía que ser porque, como te dije antes, me costó y me costó mucho adaptarme y ya tengo 22 años, no soy un pibe y de este año no tiene que pasar. Me parece que ya empecé a demostrar algo.
-Era suplente de Katip, Ayala, Guille Cols. En la B, con esos nombres, yo más que ir al banco no podía pedir. Desgracia de Cameroni que se lesiono, se rompió los cruzados y le tocó estar un tiempo afuera de las canchas. Eso me permitió poder debutar.
-¿Qué balance haces desde tu llegada al club hasta esta actualidad?
-No tuve adaptación a primera, me tuve que adaptar muy rápido a lo que era primera porque yo subí en inferiores y a los dos meses que pasó la lesión de Cameroni, me tiraron a la cancha y yo no tenía roce. Tenía 18 años y si bien no me asustaba, necesitaba ese roce, esa competencia de Primera y me fui acostumbrando y creo que recién hace dos años atrás cuando arranque el campeonato y tuve en cinco partidos seis goles, ahí empece a demostrar un poco lo que podía dar y creo que ahora este campeonato lo estoy demostrando del todo.
-¿Hace mucho que esperabas este rendimiento? ¿Cómo ves la actualidad del equipo?
-En lo personal es lo que hace tiempo esperaba. Esperaba mucho este momento, esto de estar goleador del equipo del torneo, aunque vayan ocho fechas, en ser muy importante para el equipo, tanto por lo que me inculcan mis compañeros, como el técnico y la gente. Estoy contento porque están saliendo las cosas, me prepare en la pretemporada y lo puedo demostrar. En lo grupal, creo que recién estamos empezando a demostrar lo que podemos dar, vinieron jugadores importantísimos que si están bien de la cabeza podemos hacer desastres como el que hicimos ante Argentino de Rosario que en treinta minutos ya lo habíamos definido. No vamos a tener un techo. Todos nos proponemos ascender. Tranquilos, no desesperarnos, siempre los partidos tienen 90 minutos. Estamos muy bien.
-¿Cómo ves el torneo, en estas primeras ocho fechas?
-Es muy largo el torneo, recién van ocho fechas quedan 30. Todavía no esta nada decidido, hay dos o tres equipos que son candidatos, fíjate que El Porvenir se llenó de figuras y ganó muy pocos partidos y fíjate que Lujan, sin muchos nombres, va primero. Tenes que jugar partido a partido, después de enero y febrero ya hay que mentalizarse quiénes son los rivales, aunque todos son importantes porque si le ganas al primero, pero perdes con el último estamos en la misma.
-¿Te presionas porque este es tu año o preferís ir paso a paso?
-Desde chico siempre me gustó ponerme presión yo mismo, porque me gusta el fútbol y porque siempre quiero ganar. Pero creo que sí que este año ya no puedo esperar más, creo que desde el año pasado ya me mentalice que este año ya tenía que ser porque, como te dije antes, me costó y me costó mucho adaptarme y ya tengo 22 años, no soy un pibe y de este año no tiene que pasar. Me parece que ya empecé a demostrar algo.
Tagliabue en datos
Fecha de nacimiento: 22 de Febrero de 1985
Edad: 22
Lugar de nacimiento: Florida, Buenos Aires.
Apodo: Potro
Hincha de: River
Un sueño: Jugar en primera, vivir de esto que es lo más lindo y formar una familia
Perfilado al gol
No tiene problema en hablar, hasta pareciera que le gusta, por lo menos, lo disimula muy bien. Sebastián Tagliabue tiene un andar cansino, desinteresado, displicente, que denota su madurez para interpretar qué cosas son más importantes que otras. Está más grande, dicen quienes lo conocen de verdad. Sabe para qué está y cuáles son sus propósitos. El chico de apellido difícil lleva una vida tranquila.
Desde los cuatro años juega al fútbol, sólo en el 99 y en el 2000 le pidió un tiempo a la globa y se mantuvieron alejados, con miradas esquivas. Al contrario de algunos novelistas que tienden a la catarsis en sus obras, Tagliabue decidió alejarse de la pelota cuando la muerte de su madre le cacheteó la sonrisa con inoportuna sorpresa.
Luego de pasar por varios equipos, llegó a Colegiales como quien no quiere la cosa. Se probó y enseguida Juan Tradito lo mandó a hablar con Luis Merlo. Colegiales le habría la puerta y el amor al fútbol volvía a sus niveles naturales.
Sebastián Tagliabue dice que no logró adaptarse con rapidez a las exigencias de jugar en Primera y que le costó mucho trabajo llegar al lugar que ocupa en la actualidad: importante en el plantel y goleador de la categoría (acumula 6 goles en ocho fechas). No lo admite, pero le molesta que lo critiquen. Se enfada cuando las cosas le salen mal y derrocha optimismo cuando los goles lo consolidan. Es un poco así la vida de los goleadores, en cuestión de centímetros se disputan la gloria y el desamor.
Ningún hincha que asistió a la cancha ese día podrá olvidar la pelota en el aire, flotando a media altura, la media vuelta, el salto, la chilena y el gol echando por tierra la definición de Marx, aquello que todo lo sólido se desvanece en el aire. Ese gol ante Excursionistas significó el cielo y las manos, el pan y los dientes.
Sebastián Tagliabue piensa que este es su campeonato. Las contingencias del fútbol lo afirmaran o no, no así su empeño y dedicación por lograrlo.
No tiene problema en hablar, hasta pareciera que le gusta, por lo menos, lo disimula muy bien. Sebastián Tagliabue tiene un andar cansino, desinteresado, displicente, que denota su madurez para interpretar qué cosas son más importantes que otras. Está más grande, dicen quienes lo conocen de verdad. Sabe para qué está y cuáles son sus propósitos. El chico de apellido difícil lleva una vida tranquila.
Desde los cuatro años juega al fútbol, sólo en el 99 y en el 2000 le pidió un tiempo a la globa y se mantuvieron alejados, con miradas esquivas. Al contrario de algunos novelistas que tienden a la catarsis en sus obras, Tagliabue decidió alejarse de la pelota cuando la muerte de su madre le cacheteó la sonrisa con inoportuna sorpresa.
Luego de pasar por varios equipos, llegó a Colegiales como quien no quiere la cosa. Se probó y enseguida Juan Tradito lo mandó a hablar con Luis Merlo. Colegiales le habría la puerta y el amor al fútbol volvía a sus niveles naturales.
Sebastián Tagliabue dice que no logró adaptarse con rapidez a las exigencias de jugar en Primera y que le costó mucho trabajo llegar al lugar que ocupa en la actualidad: importante en el plantel y goleador de la categoría (acumula 6 goles en ocho fechas). No lo admite, pero le molesta que lo critiquen. Se enfada cuando las cosas le salen mal y derrocha optimismo cuando los goles lo consolidan. Es un poco así la vida de los goleadores, en cuestión de centímetros se disputan la gloria y el desamor.
Ningún hincha que asistió a la cancha ese día podrá olvidar la pelota en el aire, flotando a media altura, la media vuelta, el salto, la chilena y el gol echando por tierra la definición de Marx, aquello que todo lo sólido se desvanece en el aire. Ese gol ante Excursionistas significó el cielo y las manos, el pan y los dientes.
Sebastián Tagliabue piensa que este es su campeonato. Las contingencias del fútbol lo afirmaran o no, no así su empeño y dedicación por lograrlo.
Armando González, DT de Colegiales: “Un jugador que todavía no se dio cuenta lo que puede rendir. De a poquito con nosotros va tomando consciencia, pero el día que él lo sepa será un jugadorazo”
Atilio Svampa, Coordinador del Fútbol Amateur: “Me alegra mucho el buen momento que esta pasando por el y por las divisiones juveniles del club. Por que cada jugador que llega y se destaca como Seba lo esta haciendo, es un respaldo para todo el semillero de nuestro club. Desearle que sigan los éxitos y que esto sea el inicio de una gran trayectoria”.
Atilio Svampa, Coordinador del Fútbol Amateur: “Me alegra mucho el buen momento que esta pasando por el y por las divisiones juveniles del club. Por que cada jugador que llega y se destaca como Seba lo esta haciendo, es un respaldo para todo el semillero de nuestro club. Desearle que sigan los éxitos y que esto sea el inicio de una gran trayectoria”.
