Cuatro victorias consecutivas no son poca cosa. Así anda Cole, algo tranquilo y con paso seguro.
La victoria ante San Carlos por 4 a 3 no fue fácil. La defensa Tricolor tuvo su actuación más floja en lo que va del torneo y esto se sintió. De todos modos la última línea del equipo tiene un respaldo importantísimo, tanto de la gente como del cuerpo técnico. Si Cole pisa fuerte en la tabla es porque en el fondo las cosas están ordenadas, en otros ciclos el panorama era muy pero muy distinto.
Si alguien se sienta en una mesa y tiene que elegir entre equipos de la Primera C, por nombres y por cantidad de jugadores pondría el ojo en Colegiales. Aclaración, los nombres no determinan el nivel del equipo (sino miremos a ellos) pero en este caso se fusionan los términos Calidad y Cantidad.
Hombres de la talla de Couceiro, Balanda y Baigorria aportan la cuota clave de experiencia que un plantel necesita. A esto súmele la explosión de Cóceres, la jerarquía de Zeballos y el momento de Tagliabue. Da la sensación que en un encuentro difícil ese pequeño plus de talento de estos jugadores puede generar alegrías en tardes casi perdidas.
A disfrutar del momento. El hincha debe comprender que aún quedan más de veinte fechas. Pueden venir varios traspiés, como así también varias alegrías más. A seguir de la misma forma, con el apoyo incondicional. Ahora se acerca Fénix, esperemos que Cole logre seguir con este vuelo que tiene como destino la Primera B Metropolitana.
La victoria ante San Carlos por 4 a 3 no fue fácil. La defensa Tricolor tuvo su actuación más floja en lo que va del torneo y esto se sintió. De todos modos la última línea del equipo tiene un respaldo importantísimo, tanto de la gente como del cuerpo técnico. Si Cole pisa fuerte en la tabla es porque en el fondo las cosas están ordenadas, en otros ciclos el panorama era muy pero muy distinto.
Si alguien se sienta en una mesa y tiene que elegir entre equipos de la Primera C, por nombres y por cantidad de jugadores pondría el ojo en Colegiales. Aclaración, los nombres no determinan el nivel del equipo (sino miremos a ellos) pero en este caso se fusionan los términos Calidad y Cantidad.
Hombres de la talla de Couceiro, Balanda y Baigorria aportan la cuota clave de experiencia que un plantel necesita. A esto súmele la explosión de Cóceres, la jerarquía de Zeballos y el momento de Tagliabue. Da la sensación que en un encuentro difícil ese pequeño plus de talento de estos jugadores puede generar alegrías en tardes casi perdidas.
A disfrutar del momento. El hincha debe comprender que aún quedan más de veinte fechas. Pueden venir varios traspiés, como así también varias alegrías más. A seguir de la misma forma, con el apoyo incondicional. Ahora se acerca Fénix, esperemos que Cole logre seguir con este vuelo que tiene como destino la Primera B Metropolitana.
Darío Curti
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